domingo, 30 de octubre de 2011

AL QUE ESTA SOLO de Jorge Luis Borges (1)

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.

Ya no compartirás la clara luna

ni los lentos jardines. Ya no hay

una luna que sea espejo del pasado,

cristal de la soledad, sol de agonía.

Adiós a las mutuas manos y las sienes

que acerca el amor. Hoy sólo tienes

la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente)

sino lo que no tiene y no ha tenido

nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido.

Un símbolo, una rosa, se desgarra,

y te puede matar una guitarra.


(1) Jorge Luis Borges, el célebre y reconocido escritor, nació el 24/8/1899 en Buenos Aires, Republica Argentina. Fue bilingüe desde su infancia y aprendió a leer en inglés antes que en castellano por influencia de su abuela materna de ese origen. A los seis años dijo que quería ser escritor. A los siete escribía en inglés un resumen de la mitología griega; a los ocho, La visera fatal, inspirado en un episodio del Quijote; a los nueve tradujo del inglés "El príncipe feliz" de Oscar Wilde. En 1961 recibe el Premio Formentor, compartido con Samuel Beckett y otorgado por el Congreso Internacional de Editores; es el comienzo de su reputación en el mundo occidental. Será galardonado después con el título de Commendatore por el gobierno italiano; el de Comandante de la Orden de las Letras y Artes por el gobierno francés; la Insignia de Caballero de la Orden del Imperio Británico y el Premio Cervantes, entre otros numerosísimos premios y títulos.

Murió en Ginebra el 14 de junio de 1986.

EDIPO por Konstantino Kavafis(1)

La esfinge se abalanza sobre él

Con dientes y garras

Y con todo su furor.

Edipo siente miedo

-esa presencia lo aterroriza-

ese rostro, esa pregunta

que jamás hubiera imaginado.

Pero en tanto el monstruo

Se dispone a acometer,

Edipo, rápidamente,

Piensa en su defensa:

Ya no siente temor.

Ahora sabe que dispone

De la respuesta a esa pregunta,

Y vencerá.

Pero tal victoria no lo alegra.

Su melancólica mirada

No se dirige ya a la Esfinge:

Mira a la lejanía

La estrecha senda que conduce a Tebas

Y que conduce a Colona.

Y en su alma nacen augurios

Que si una Esfinge lo hubiera propuesto

Hubieran vencido a Edipo.

Preguntas de imposible respuesta



(1) Konstantino Kavafis nació en Alejandría el 29 de abril de 1863. Hijo de una familia de comerciantes griegos, que luego de la muerte de su padre (ocurrida cuando tenia siete años) padeció problemas económicos y sucesivos cambios de domicilio. Estudió en Liverpool; su segunda lengua fue el inglés y hablaba también francés, italiano y árabe.

De regreso en Alejandría, trabajó en el Ministerio de Riesgos Egipcio y como corredor de comercio. En 1901 le son publicados doce poemas en Grecia, en la Revista Phanateneum. En 1908 publica poemas en Nea Zoe y en 1911 colabora en Ta Grammata. Se afirma que Kavafis compuso este poema despues de conocer ‘Edipo y La Esfinge’ de Gustav Moreau

miércoles, 26 de octubre de 2011

ENTREVISTA A ISIDORO BERENSTEIN

ENTREVISTA A ISIDORO BERENSTEIN*


Por Nélida Bazán, Cristina Moguillansky y Rosa Ocaña**

Desde "Psicoanálisis Revista" le solicitamos una entrevista al Dr. Isidoro Berenstein, a raíz de su participación en uno de los paneles centrales del Congreso de la IPA, Niza 2001. 

Tuvimos la oportunidad de formularle algunas preguntas en relación a su trabajo “Lo vincular y el otro” que publicamos en este número.


El Dr. Isidoro Berenstein es un reconocido psicoanalista especializado en familia y pareja. Su interés se centra fundamentalmente en las problemáticas vinculares que lo llevan a replantear conceptos básicos del psicoanálisis y a proponer nuevas formulaciones metapsicológicas.


Revista: ¿Cómo articula su ponencia en Niza con el tema central Psicoanálisis, Método y Aplicaciones? ¿Cómo está ubicado con respecto a ese tema?


Isidoro Berenstein: Los psicoanalistas estamos tomados por la preocupación acerca de lo que se dio en llamar la crisis del psicoanálisis. Desde ya no se da sólo en nuestro país, aunque en cada lugar ha de tener una forma específica. Entre nosotros puede tener el matiz de una crisis profesional pero sin duda lo es del psicoanálisis en sus distintos aspectos.


Me pregunto si el psicoanálisis en su propia creación tiene los elementos que después van a establecer esa crisis, pero al no poder pensarlos como surgidos del propio psicoanálisis, de sus propias inconsistencias, son permanentemente adjudicados a factores externos, lo cual lleva a reforzar aquello del método que crea las condiciones para el surgimiento de la crisis. En este sentido y desde este punto de vista es dable imaginar el riesgo de reforzar los métodos de selección y de educación creyendo con eso depurar y elegir a los mejores cuando se mantiene aquello mismo que lo lleva a eso que nos alarma. Los métodos establecidos repercuten creando esa crisis que pretende resolver y se dice que la crisis se debe a elementos externos. Seguramente los hay pero con un carácter débilmente determinante.


Lo he contado en otros momentos. Me conmovió fuertemente una idea de lo que ocurrió en Esparta. Esta ciudad-estado tuvo un desarrollo y un florecimiento que abarcó alrededor de cien años. A los efectos de la guerra produjo una creación que se llamó la “máquina hoplita”, una línea de escudos de manera tal que cada uno cubría una mitad de un soldado y mitad de otro. Era importantísimo quedar parado sobre las piernas, piernas que pertenecían al estado más que al soldado espartano. Para ello debió implementar una serie de recursos para sostener esa creación: la selección de los seres recién nacidos para dejar vivir a los más aptos, un método educativo: la agogé. Pero la población espartana comenzó a declinar y los espartanos pensaron que declinaba por una deficiencia del método, con lo cual lo reforzaban, y ello reforzaba aún más la oligantropía. No pensaron que era por lo que habían creado; por lo tanto al reforzarlo declinaron más y más sin poder darse cuenta que ello dependía de lo que habían creado. Lo adjudicaron a un terremoto que iba matando más gente a medida que se sucedían las versiones.


El psicoanálisis produjo enormes desarrollos en estos cien años sobre la base de la sesión individual, creación a su vez de Freud. De allí se derivaron las aplicaciones, entre ellas trabajar con otro tipo de sesiones. Ocurre que tanto la sesión individual como las aplicaciones podemos considerarlas como un conjunto de prácticas y la práctica genera una forma de pensar, genera una subjetividad propia de esa práctica.


La subjetividad de los psicoanalistas en la práctica individual nos lleva a pensar las otras prácticas en forma individual con lo cual insensiblemente se da una inconsistencia que llamé solipsismo. Este es como un fundamentalismo del Yo. Volviendo al Congreso de Niza me importaba contar que si las llamadas aplicaciones son una práctica, el psicoanálisis tiene que modificarse con lo producido por esas prácticas. Entonces este trabajo que está pensado alrededor del tema del congreso: “Psicoanálisis, método y aplicación” muestra que, además de la práctica individual, a través de otras prácticas de análisis (como el de pareja y de familia), la práctica vincular le está dando al psicoanálisis otras formulaciones que resultan ser de base, no de detalle.


R.: Usted toma como tema la destrucción de Esparta. En su comentario se refiere a que los mayores decidían sobre qué niño debía vivir y cuál morir, ¿se trata de una imposición? ¿Relaciona usted la imposición con la represión por parte de los padres actuales cuando determinan lo que está bien y lo que no?


I. B.: Uno está acostumbrado a pensar que la imposición está dada desde alguien que tiene poder a alguien que no lo tiene; es una forma tradicional y encubridora de ver las relaciones de poder. Si son relaciones, entonces los sujetos están ligados alrededor de eso que se llama poder. Quizá lo difícil sea pensar verdaderamente en relaciones, en el vínculo de un sujeto con otro. La imposición es un mecanismo constitutivo, si es constitutivo lo despliegan tanto el padre como el hijo en una relación de poder. Verlo sólo desde el padre es ubicarse en una posición individual, que es la manera habitual de describirla, lo que los padres desde su psicopatología hacen a los hijos.



La teoría vincular que en nuestras formulaciones se ocupa de las relaciones entre un sujeto y otro, tiene la virtud inestimable no sólo de replantear las relaciones familiares sino de replantear toda relación como la propia transferencia. De ahí quizás hayan escuchado que la transferencia no es sólo una suerte de repetición cada vez con una diferencia, sino que tiene el carácter de creación, de nuevo, y esto se deriva de considerarla también como un vínculo entre dos sujetos. Nuevo quiere decir que no está inscripto anteriormente, por lo que además por après coup, por resignificación, algo se origina allí en la sesión. Pero para ello habrá que incluir que no se trata de un solo origen que es definitivo, sino de considerar varios orígenes. La idea de que el solipsismo es un fundamentalismo de lo individual como todo lo que es “ismo” resulta de un exceso y de un desconocimiento de lo otro. No es que lo individual sea en sí mismo un exceso, sino que el exceso de lo individual es lo que se llama solipsismo. Se basa en que en el centro está el Yo y los otros giran alrededor del Yo. El objeto externo contiene la significación del objeto interno; si es objeto siempre ha de ser referido al Yo, dependiente del Yo. Se fue produciendo un corrimiento del Yo al sujeto y del objeto al otro.



El tema es que si uno destituye del centro a la tierra y ubica al sol, no sólo hace un cambio de astros sino que directamente la consecuencia es que desaparece la noción de centro; porque el sol será el centro de este universo, pero no lo es de otros. Caduca la noción de centro, la noción de algo hegemónico. Entonces la relación de objeto deja de estar en el centro del psiquismo. Tampoco el vínculo está en el centro, no es que reemplazamos uno por el otro. Un solo y único origen ya no podrá considerarse en el centro. Está el Edipo y cubre un territorio pero no todos los territorios. Esto lleva a que todo lo que estaba en el centro se ha de ubicar de otra manera, para la teoría, para la clínica y para la educación también. Si la educación, que consiste en formar a un ciudadano para un sistema social que educa y en lo que a nosotros se refiere, formar un psicoanalista para la institución que educa; si esa misma educación transmite las prácticas que después el psicoanalista va a atribuir al psicoanálisis y con ellas el germen de la crisis y la visión de que ésta depende de un mundo exterior a él.



R.: Y tenemos el mundo cerrado.



I. B.: Más que cerrado diría centrado, girando alrededor de lo mismo, del centro. Lo mismo, lo propio, el centro, el mundo propio, desde este punto de vista vienen a ser sinónimos; a eso se opone, se descentra en el mundo de la relación con el otro.



R.: ¿No se hace vínculo a partir de un ajeno? Al plantear la relación con el otro por fuera de la relación libidinal; ¿qué ocurre con los conceptos de identificación y relación de objeto?



I. B.: Diría que la teoría de la líbido está vigente y cómo podría no estarlo; pero no alcanza. Entonces tendríamos que decir que las nuevas proposiciones hacen y muestran que las proposiciones anteriores no alcanzan.



El tema fuerte para el Yo es que el otro no se deja investir totalmente por la líbido, se deja investir sí, pero no del todo y ese “no del todo” es lo ajeno. No es que el otro como tal es ajeno, sino que el Yo debe resolver el problema de lo ajeno del otro y deberá resolverlo ahí, no sólo con lo que trae de antes, con la representación; deberá darle y hacerle un lugar a la presentación, hacer una práctica que no sea una práctica de repetición. Por ejemplo en la clínica cabe pensar que si estamos analista y paciente frente al surgimiento de algo que no es lo mismo que antes, la resistencia se muestra en ser pensado como si fuera lo mismo que antes. Si se piensa que es lo mismo aquello que no lo es, genera un tipo de práctica y lamentablemente un tipo de subjetividad.



Para pensar distinto tendría que haber una práctica posible que dé lugar a un desarrollo que no sea el mismo de antes entre analista y paciente. Aquí sobreviene un problema y es que casi todos diríamos esto, salvo que no todos lo hacemos como se ve al examinar los materiales clínicos.



R.: Que no reduzca la ajenidad.



I. B.: Sí, que no reduzca todo a una sola investidura. Que incorpore lo nuevo que inevitablemente proviene de lo ajeno del sujeto. Y otra modalidad de la resistencia es hacer un uso inmoderado de los términos, riesgo posible cuando son novedosos.



R.: Es una especie de fundamentalismo.



I. B.: ¿Cuál?



R.: El pretender reducir la ajenidad del otro.



I. B.: Si ustedes se preguntan en qué consiste el fundamentalismo político, social o económico, diría que exactamente en reducir la ajenidad del otro hasta dejar de ser otro. En lo político los últimos ejemplos serían: Kosovo con esa novedad de información reciente de las armas con uranio empobrecido; la modalidad actual que adquiere el conflicto en Israel y otros países. Podría también leerse en esta perspectiva el orden económico, la anulación y supresión de los lugares de trabajo. Ustedes habrán visto que los otros dejan de serlo y pasan a ser objetos y números de una estadística de desocupación. En el orden social las minorías no son consideradas como formadas por sujetos sino como un no Yo, por lo que se pueden expulsar. La carencia de ajenidad se sostiene a través del criterio de afirmar una centralidad tanto social o económica como política o religiosa.



R.: ¿Esto no tendría un punto en común con la patología del narcisismo, el no tolerar la ajenidad, la diferencia?



I. B.: Lo apasionante de este planteo, me refiero a lo vincular en nuestros términos, es que no todos los términos lo abarcan. Por ejemplo narcisismo es un término muy preciso y muy variado, originado en la clínica y de enorme poder explicativo, pero propio de lo individual. En los términos de Freud el narcisismo secundario se da cuando la líbido vuelve a investir al Yo después de la pérdida del objeto. Remite a un narcisismo primario, supuesto estado inicial donde se inviste a sí mismo como objeto de amor. El centro es el Yo. Narcisismo tiene que ver con eso. Me parece que cuando se dice que tanto el niño inviste al padre en el camino de constituir el ideal, así como que el padre invistiendo al hijo trata de recuperar el narcisismo perdido, de lo que se trata es de una concepción de dos individuos superpuestos. Para que sea vincular falta dar un paso más. Esto nos llevó a volver a caracterizar los términos, lo cual es una tarea casi interminable: Edipo, narcisismo, inconsciente.



Se plantean multitud de problemas, por ejemplo ¿cómo un encuentro con otro se ha de inscribir en el inconsciente? ¿se considera al inconsciente poseyendo un tope de inscripciones que se van a actualizar o con capacidad de producir nuevas inscripciones, distinto a producir reinscripciones? Posiblemente en el análisis haya dos caminos, no uno solo central. Uno sería hacer consciente lo inconsciente y otro sería hacer inconsciente lo consciente que también sería una tarea analítica. El primero sería el de la elaboración y el segundo el de la inscripción.



R.: ¿Y el modelo del duelo?



I. B.: Se le llama duelo a un complejo proceso desencadenado por una pérdida de un objeto del Yo que ha de hacer un trabajo con ese objeto perdido. El otro tema del duelo es no sólo el objeto perdido, sino el duelo que se produce cuando se lo está perdiendo en una relación, no cuando se perdió y desapareció como otro. Porque el duelo puede ser considerado como la desaparición del otro y su inscripción como objeto. Otra situación se da cuando la pérdida se está generando en el vínculo, momento en el cual se estaría produciendo. Algo a ser elaborado tiene que estar previamente inscripto.



El tema es que hay más de un camino psíquico y ¿por qué importa esto? Porque la insistencia en la centralidad de un camino psíquico, en un solo origen me parece que puede llevar en algunas circunstancias a lo que Puget y Wender llaman “análisis eternizados", ya sea con un analista, con dos o con tres analistas distintos. Si bien es cierto que con analistas distintos se da una relación diferente, eso distinto deviene semejante en las nociones centrales o hegemónicas del sujeto.



R.: ¿Esas nuevas inscripciones se dan dentro del marco de un análisis o uno naturalmente va teniendo nuevas inscripciones?



I. B.: Si un encuentro es fundante (no todo encuentro lo es), a uno lo cambia; nuevas inscripciones dan lugar a cambios subjetivos.



R.: ¿En esos “análisis eternizados”, estas nuevas inscripciones no se tienen en cuenta o se confunden con viejas inscripciones?



I. B.: Uno de los temas es que cuando aparece una nueva inscripción, tanto el paciente como el analista pueden asociarse inconscientemente para pensar que es una actualización de una vieja inscripción, y si está transmitido en esa versión será tomado como versión de aquélla. Un tema arduo son las trampas mentales vinculadas con la hegemonía y me parece que no se nota que son trampas mentales porque la subjetividad está armada alrededor de la idea de centralidad, de hegemonía del Yo. Fíjense que una de las cosas trascedentales que se deriva del descubrimiento freudiano es el descentramiento del Yo. Todo lo centrado que descentra parece producir una herida narcisista y por eso es fuertemente resistido. Descentrar un régimen político, un régimen económico, no es para nada sencillo, imagínense lo que significa para los pacientes una actividad terapéutica que descentre su forma de ser sujeto, y ni hablar de lo que significa para el analista. En el trabajo para Niza menciono esta resistencia a la vincularidad.



R.: ¿Esta resistencia no se haría ni por represión ni por desinvestidura sino por oposición, no por oposicionismo?



I. B.: Es una fuerte oposición a perder la subjetividad ya instituida.



R.: ¿Podría decirnos algo más sobre esta resistencia?



I. B.: Puede ser descripta como un conjunto de impedimentos a ser modificado por lo ajeno del otro en un encuentro; una intolerancia a que se inscriba en mí lo que no está inscripto, lo cual lleva necesariamente a que mi subjetividad pierda vigencia, pierda centralidad. En mi relación con el otro necesariamente he de ser otro, para el otro y para mí mismo. Entonces con sólo imaginarse lo que esto significa, se puede entender que trate de aferrarse a lo que es imaginariamente lo central de la forma de ser y trate de adaptar a los otros a su propia subjetividad.



R.: Las relaciones de poder tienden a pensarse como abuso. Se habla del abuso sexual, abuso infantil. ¿Podría relacionarse con el tema de la imposición?



I. B.: De lo que estaríamos hablando no es sólo de poder sino de su exceso. A partir de acá comienza a ser necesaria una precisión, hay relaciones de poder y hay exceso de poder. Si uno dice exceso de poder, lo que quiere decir es que no hay relaciones de poder. Donde hay exceso no hay relación, sino deseo y acción de uno. No hay dos sino duplicación del uno. El tema del poder es muy complicado porque despierta una reacción en contrario, por lo tanto uno tiene una oposición para analizarlo como algo distinto a exceso. Por ejemplo, no es fácil concebir que el poder es instituyente del sujeto. En general el poder va junto con la idea de que habría que combatirlo, que destituir al que está en el poder, sacarlo para poner otra cosa: saquemos un poder malo para poner otro poder del color que ustedes quieran, pero mejor, por lo general donde uno tenga lugar. En esa sustitución no están examinadas las relaciones de poder ni analizado el propio poder. Por ejemplo en este momento se está replanteando al nivel de la IPA la educación psicoanalítica, si seguir con el clásico modelo tripartito o modificarlo. He oído que lo hacen depender del poder de los didactas, ¿Cómo cambiarlo? Que en lugar de nueve o diez haya veinte o treinta. ¿En qué cambia, qué modificación genuina se produce? Un cambio cualitativo que deja sin modificar la sustancia de eso que se llama poder.



R.: ¿Relación sería sinónimo de vínculo?



I. B.: Relación entre sujetos sería lo que llamamos vínculo. Volvemos sobre el poder, las relaciones de poder son inconscientes.



R.: ¿No por represión?



I. B.: La represión cubre parte de lo inconsciente pero no todo lo inconsciente.



R.: ¿Qué tipo de fenómeno psíquico se produce para ser inconsciente?



I. B.: En una tiranía se puede pensar que el fenómeno tiránico depende de la patología del tirano. Esta visión tiene sus riesgos porque mantiene inalteradas las relaciones inconscientes de poder que lo sostienen (de hecho no figura en la conciencia social, el discurso es encubridor, en lo manifiesto, en el nivel político, está el tirano, no está el sistema económico de relaciones que lo sostiene). Foucault tiene una linda distinción entre el exceso que él llama violencia, y la relación de poder. Donde hay violencia no hay relación: hay uno solo, no hay ese dos que caracteriza el vínculo y la propia relación de poder. Si el poder del padre es el de hacer una marca, lo posiciona al hijo y el hijo tiene capacidad de hacer una otra marca que posiciona al padre. Se puede decir que se es padre y desde allí tiene al hijo, pero en realidad se deviene padre después de tener al hijo. Decir "es" viene a postular una identidad que está antes de la relación con el otro y el devenir es adquirir una cualidad fundante que depende de la pertenencia al vínculo con el otro. Es lo que está en la anécdota de que cada hijo genera a su propio papá.



Se puede extender esto al encuentro donde cada paciente genera a su analista y cada analista genera a su paciente. La imposición no es sólo del analista, no es sólo el analista que puede estar en una posición de poder. Puede cometer excesos (eso figura en algunas anécdotas) y es allí en que ese otro que es el paciente deja de ser otro, pero ocurre que también el paciente impone.



Yo no incluí en el trabajo un ejemplo clínico interesante sobre el manejo del silencio en la sesión por parte de una paciente a pesar de las interpretaciones del analista. El silencio estaba dicho como un no poder: “no puedo hablar”. En un momento apareció en el tema del fin de semana el enojo de la paciente con respecto a su marido que le decía: “no me puedo quedar en tal lugar, tenemos que volver”; entonces, la paciente decía no entender cómo ese no poder del marido podía. En realidad negaba que sí entendía algo de la imposición por sobre su deseo. Si el poder es imponer una ajenidad al otro, que deberá hacerle lugar y con el cual se instituye como sujeto, el abuso sexual, infantil, sería el poder de un adulto que destituye y despoja de subjetividad a un niño, lo quita de la relación. El abuso económico, político o religioso opera con un mecanismo similar. Luego habrá que caracterizar lo específico de cada destitución.



R.: ¿El concepto de sujeto múltiple estaría relacionado con las nuevas inscripciones, con lo novedoso?



I. B.: Con que un sujeto se instituye como tal en cada relación, no es el mismo en todas y cada una de ellas.



R.: ¿Y sería un fenómeno distinto a la identificación, o habría tantas identificaciones como vínculos pueda establecer?



I. B.: Estas preguntas y otras que puedan surgir forman parte de un programa a desarrollar. En la relación entre entrevistador y entrevistado se da por supuesto que el entrevistador sabe y eso marca la relación. Convendría posicionarse más en que el entrevistado puede no saber. Sé que hay un área muy trabajada en estos cien años de psicoanálisis y hay otra de la que tenemos intuiciones. Me refiero a Janine Puget y otros. Las nuevas preguntas pueden no tener respuesta aún, no las tenemos pensadas. Podríamos adquirir un entrenamiento para detectar cuándo en el material aparecen elementos diferentes de los cuales el paciente dice que es lo mismo y así diferenciarlo de cuándo es lo mismo y el paciente encubridoramente dice que es nuevo, tomando contacto con un fracaso en lo que debería ser otra práctica con la ansiedad surgida de ver amenazada ilusoriamente su manera de ser sujeto.



No solamente los padres tienen más poder que los más pequeños, también éstos lo tienen. Esa concepción viene de un modelo biológico. El modelo del desamparo y el modelo biológico tuvieron enorme desarrollo y tienen sus obstáculos. Me parece que el modelo de encuentro abre otras posibilidades de pensar. La pareja como encuentro genera algo nuevo, no es sólo actualización de lo edípico; si logra darse, tiene la posibilidad de una nueva relación, genera otros sujetos, una nueva práctica que genera una otra manera de pensar. Pienso que lo que llamamos el exceso es una cualidad diferente; lo que se llama exceso es una metáfora cuantitativa cuando a uno le falta una palabra cualitativa para denominar eso diferente.



Todo exceso es cantidad porque está tomado de un basamento que es la teoría traumática. Pero no toda inscripción es traumática; cuando se piensa que la inscripción es traumática, uno retorna a la centralidad de lo traumático.



R.: Otro eje sería pensar las relaciones de poder como variaciones de la sexualidad; el masoquismo, por ejemplo.



I. B.: En algún lado, no sé si en este trabajo, propuse que el sadomasoquismo no es relación de poder, salvo encubridoramente. Por supuesto se puede superponer sexualidad con relaciones de poder porque nada está aislado, pero eso no autoriza a decir que la sexualidad es relación de poder, puede estar impregnada pero eso no nos indica que son derivados. Nuevamente, en la institución del sujeto la sexualidad abarca una parte importantísima, pero no todo. Si la sexualidad fue una fuente de sufrimiento a principios de siglo, hoy mismo cabe preguntarse si las relaciones de poder no fueron y no son otra fuente de sufrimiento específica que no remite a los padecimientos derivados de la sexualidad.



R.: Para el final de este encuentro, ¿qué pregunta se formularía?



I. B.: Una pregunta es cómo se instituyó la idea de centralidad en nuestra cultura que, al día de hoy, me parece una desgracia que trajo y trae muchos padecimientos. No fue así cuando desde el siglo XI poco a poco y luego más decisivamente con Descartes en el siglo XVII, se estableció al Yo en el centro. Su persistencia y anacronismo fue madre de muchas desgracias. Freud dio un paso decidido para descentrar al Yo. Creo que esta teoría vincular es otro paso. Otra cuestión que se muestra, creo, en la película de Bertolucci “Cautivos del amor”, es un replanteo de la teoría del amor que se puede asociar con algunas proposiciones de Badiou y es que no se superpone totalmente con la creación del Ideal del Yo. Me parece que si lo pienso desde un sujeto, sólo puede ser así, pero en el encuentro amoroso hallo el paradigma del dos como origen y que no remite a la suma del uno y uno. En esa película me pareció que había algo renovador y es el tema de la consagración, dejarse devenir en una relación con el otro con confianza pero con mucha incertidumbre acerca de lo que vendrá; no en busca de un producto inmediato.



Otra pregunta tiene bastante que ver con la escisión del sujeto y la política, lo cual lleva a jerarquizar el lugar de la política como actividad específicamente humana, una actividad centrada en la relación con el otro. No debemos superponer esta caracterización de la política con los políticos, que al escindir la política del sujeto escinden también todo el conjunto humano vincular.



*Publicacion original: Revista de Psicoanalisis de Apdeba - Vol XXIII - Nº 1 - 2001 - 165 - http://www.apdeba.org/publicaciones/



**Recibida en http://www.enigmapsi.com.ar/entrevberens.htm el 22 de febrero de 2002

miércoles, 5 de octubre de 2011

MODULO 2 - "LA TECNICA PSICOANALITICA – COMO HACER CONCIENTE LO INCONCIENTE"*

Estimados colegas, los invitamos a la segunda parte del Curso Online:




"LA TECNICA PSICOANALITICA – COMO HACER CONCIENTE LO INCONCIENTE"*



MODULO 2



FECHA DE INICIO- NUEVA FECHA: 14 DE OCTUBRE




Se dictará en el campus http://www.capacitaronline.com.ar/claroline/



Incripciones en: enigma@enigmapsi.com.ar




El objetivo de este curso es articular los conceptos técnicos tradicionales, de S. Freud y algunos posfreudianos, incluyendo autores nuestros reconocidos por su trascendencia y aportes a la técnica psicoanalítica. Incluiremos a Ángel Garma: didacta de la Asociación Psicoanalítica Argentina. De nacionalidad española, emigró a Buenos Aires en 1938 y desarrolló una obra prolífica. Fue uno de los fundadores de la Asociación Psicoanalítica Argentina y fue el primer presidente de la institución; a Nasim Yampey, también psicoanalista didacta de la APA que ha hecho numerosas publicaciones; a Heinrich Racker, también psicoanalista didacta de la APA. De origen polaco, H. Racker estudió en Viena y emigró a la Argentina en 1939. Se interesó en el estudio de la contratransferencia entre otras temáticas en función de lo humano. El centro de investigaciones y formación en el análisis didáctico de la APA se denomina Centro H. Racker en su homenaje. También citaremos algunos aportes de Horacio Etchegoyen, psicoanalista argentino que estudió en Inglaterra con Herbert Rosenfeld y Hanna Segal. También un autor prolífico y renombrado respecto de la conceptualización sobre técnica psicoanalítica.




TEMARIO





Clase 1 - La entrevista - La sesión





Similitudes – Diferencias – Significados: la multiplicidad vs. la singularidad de cada paciente – Que significa 'ligar' significaciones - Los afectos en psicoanálisis – La 'atmosfera analítica': como reconocerla - El discurso del analizado: interrupciones, silencios, lenguaje no verbal - La Transferencia: positiva y negativa – Las resistencias de transferencia – La reacción terapéutica negativa - La contratranferencia - Peligros y usos de la contratransferencia -




Textos a trabajar:



“Evaluación de los afectos durante el Análisis’- Objetivos del Psicoanálisis - en 'Psicoanálisis: objetivo, fundamento y técnica' – Nasim Yampey - Ed Kargieman - 1981 -



“Sobre la dinámica de la transferencia” (1912) - Freud y el encuadre. Consejos al médico sobre el tto psicoanalítico (1912) - Sigmund Freud - O Completas - A E -T XII



“La entrevista: generalidades” - Lic Sonia Cesio (2010) - Publicado en EnigmaPsi.com



“Según Freud” - Entrevista imaginaria de José Treszezamsky con S. Freud (dividida en 3 partes) - Publicada en Psicoanálisis y Ciencia, compilado por el Dr. Alejandro M. Wagner, con participación de varios autores




Historiales clínicos: un caso de la actualidad





Clase 2 - La formación del psicoanalista:




Análisis personal y conocimiento del propio inconciente - Contrato analítico y cumplimiento del mismo - Descubrimiento de las propias resistencias: conflictos infantiles, fantasias edípicas - repetición transferencial - monto de angustia - dominio de la contratransferencia - Analizabilidad y beneficios para el psicoanalista.

Evolución del tratamiento: la consulta inicial - hacer conciente lo inconciente - lo simbólico - Contratransferencia y abordaje de la neurosis de transferencia - Los sentimientos contratransferenciales vs la objetividad de la comunicación de esos contenidos –



Textos a trabajar:



"Sobre El Psicoanalisis Silvestre" (1910) - en 'Cinco conferencias sobre psicoanálisis y otras obras' - T XI - "¿Pueden los legos ejercer el análisis?. diálogos con un juez imparcial (1926) -" "Análisis terminable e interminable" (1937) – S Freud – O Completas - AE T XXI



"La posición (o actitud) interna básica del analista frente al analizado y su material" - Cap II – "La contratransferencia” - Cáp. V. - de ‘Estudios sobre técnica psicoanalítica’ – Heinrich Racker - Ed Paidos - 1981 -



"El psicoanálisis hoy" - Por Alizade M.; Edelman, L.; Wikinsky, M.;Gerez Ambertín, M.; Cesio. S. - Discusión sobre: la frecuencia, el encuadre, los honorarios, el modo presencial y el modo a distancia en el momento actual.




Historiales clínicos: un caso de la actualidad





BIBLIOGRAFIA: Sigmund Freud – Obras completas - Diccionarios de Psicoanálisis – Angel Garma - Heinrich Racker – Nasim Yampey – Horacio Etchegoyen - Sonia Cesio



Modalidad de trabajo: Lectura de los textos; comentarios de los mismos y de las elaboraciones teóricas – Presentación de un material clínico al finalizar cada módulo -

Los textos estan en el campus virtual


Se entregarán certificados de la cursada




Dirigido a: psicólogos recién graduados; estudiantes de psicología y colegas en formación




Docente responsable: Sonia Cesio - Lic. en Psicología, Universidad Kennedy - Directora deEnigmaPsi - Para ver mi formación teórica: http://soniacesio.blogspot.com/p/acerca-de-mi.html




Arancel por Módulo: 500 Pesos Argentinos -




Costo Internacional: $ 180 Dolares Americanos - € 100 Euros



Informes e inscripciones:



Email: enigma@enigmapsi.com.ar o cesio.sonia@gmail.com o unenigmasi@yahoo.com.ar



Teléfono: (054) 011-1562987672




Saludos cordiales



Lic. Sonia Cesio - Tutora del Curso

lunes, 13 de junio de 2011

QUE ES EL PSICOANÁLISIS? INTRODUCCION TEORICA

El creador del psicoanálisis fue Sigmund Freud (1856/1939), médico neurólogo que nació en Moravia, región que hoy forma parte de la República Checa y que en esa época pertenecía al imperio austríaco de la dinastía Habsburgo. Fue un científico muy discutido y uno de los hombres que ejerció mayor influencia en las generaciones posteriores.

El hallazgo y desarrollo de la teoría psicoanalítica fue consecuencia de investigaciones que lo llevaron al descubrimiento del funcionamiento del sistema inconciente.

Sus comienzos trancurrieron en torno de la hipnosis, un método en el que la sugestión era la técnica privilegiada. De esta modalidad de abordaje se apartó gradualmente en función del estudio de los síntomas, descubriendo que son formaciones complejas donde una idea se enlaza con otra y otras; con la intervención del afecto, que generalmente queda separado de la idea y genera angustia. El propio sujeto se siente ajeno y vivencia a los mismos con sensación de exterioridad; por eso fue desarrollando una técnica que implica el reconocimiento de los mismos y la participación activa de ambos integrantes: terapeuta y paciente, para su develamiento.

Comprendió a la dinámica psíquica como el enfrentamiento de fuerzas de sentido contrario, que transcurren en la mente de manera inconciente. El choque de deseos 'no deseados' (en el sentido de 'rechazables'), promueve a la formación de mecanismos de defensa contra esos impulsos. Cuando el sujeto fracasa en ese combate, advienen las neurosis como consecuencia.

La noción de inconciente fue desarrollada desde "Estudios sobre la Histeria" (1895), y

describió las 2 teorías del aparato psíquico.

La primera, que comprende las instancias de: conciente, preconciente e inconciente; y comienza con este desarrollo teórico en "La interpretación de los sueños" (1900).

La segunda teoría, que contiene a las instancias de: yo, superyo y ello. La última contiene la anterior. Estos conceptos tienen amplia significación; lo más expresivo tiene que ver con la formación de síntomas.

Jerarquizó la palabra hablada (la escucha) de los pacientes; el despliegue de un particular desarrollo de afecto hacia el terapeuta, a lo que denominó transferencia; y en la propia persona del terapeuta, a lo que denominó contratransferencia (también conocido con el nombre de tranferencia recíproca); la frecuencia de la aparición de relatos conteniendo sueños le permitió descubrir el valor instrumental de los mismos para el trabajo técnico.

En esta conceptualización, el trabajo de "hacer consciente lo inconsciente" se lleva a cabo con la asociación libre (por parte del paciente), como método terapéutico; y es comparable con una labor de un artesano, ya que implica minuciosa dedicación y tolerancia a la espera, para aislar al conflicto y operar sobre el mismo.

El terapeuta emplea la interpretación analítica para acceder a nuevos significados.

Con el estudio de las neurosis, Freud dio cuenta de otros hallazgos: la existencia de la sexualidad infantil, del complejo de Edipo y de las fantasías inconscientes.

Otros desarrollos teóricos fueron los conceptos de: a) proceso primario y proceso secundario; b) representación; c) objeto; d) pulsión y e) pasaje al acto sin intervención de la palabra y/o pensamiento, más conocido como acto fallido.

Desde alli se orientó para formular nuevas hipótesis que lo condujeron a la teoría del narcisismo, como otro intento de comprensión del aparato psiquico. Estos conceptos se encuentran en 'Introducción al narcisismo' (1914), y ésta circunstancia lo llevó a revisar sus criterios sobre el aparato y el funcionamiento mental; y es en 'Mas allá del principio del placer' (1920), donde hace una revisión sustancial a sus contribuciones, a partir de los conceptos sobre pulsión de vida- Eros y pulsión de muerte-Tánatos, articulándolos con 'El problema económico del masoquismo' (1924)'; donde aborda las nociones de masoquismo y sadismo (entre otras).

Su obra está tratada con rigor metodológico y científico, que llevó a Freud a lo largo de más de cuarenta años de desarrollos, a sucesivas modificaciones respecto de sus principales hipótesis sobre el aparato mental y la influencia sobre el sujeto.

*Email: cesio.sonia@gmail.com

Bibliografia:

S. Freud – Obras Completas – Amorrortu Editores:
“La iniciación del tratamiento” (1913); “Recordar, repetir y reelaborar” (1914) “Más allá del principio del placer” (1920) “Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico” (1912) “Esquema de psicoanálisis” (1938)

viernes, 10 de junio de 2011

Curso sobre la tecnica - Online desde el 6 de agosto

TECNICA PSICOANALITICA - MODO DE ABORDAJE DEL DISCURSO

PROGRAMA

MODULO I

1 - La técnica psicoanalítica y el abordaje inicial:

El tratamiento Psicoanalítico y la jerarquización del discurso.
La regla fundamental para el analizado y el “trabajo de análisis”: la asociación libre - Las ocurrencias – Lapsus (actos fallidos) – Chistes - Fantasías -
Los sueños: el sueño manifiesto - el contenido latente –
El trabajo del sueño: la desfiguración onírica y la transformación del material latente – Mecanismos defensivos primarios -

Textos a trabajar:

"La iniciación del tratamiento” (1913) S Freud - O Completas
"El psicoanálisis: teoría, clínica y técnica" - Cap XIII ‘El tratamiento Psicoanalitico’ - Ángel Garma
“Los sueños” “Los actos fallidos” en ‘Lecciones introductorias al psicoanálisis’ (1916/7) S Freud - O Completas

Historiales clínicos: un caso de la actualidad


2 - La técnica psicoanalítica: el papel del terapeuta y el”trabajo de analizar”

Regla fundamental correlativa del terapeuta: La atención flotante - La interpretación como desciframiento –El análisis de las Resistencias -
La confrontación - La interpretación de contenidos – La interpretación transferencial -



Textos a trabajar:

“Estudios sobre técnica psicoanalítica” – Cáp. III ‘La interpretación’ - Heinrich Racker

“Construcciones en psicoanálisis” (1937) “El sentido de los síntomas” “Resistencia y represión” “La terapia analítica” en ‘Lecciones introductorias al psicoanálisis’ (1916/7) S Freud - O Completas


Fin del primer módulo. Duración dos (2) meses, aproximadamente .



MODULO II



3- La técnica psicoanalítica: La entrevista - La sesión

Similitudes – Diferencias – Encuadre: sostén del marco terapéutico – La regla de abstinencia -
Fenómeno de analizabilidad e insight – Significados: la multiplicidad vs. la singularidad de cada paciente – Los afectos en psicoanálisis –
La Transferencia – Las resistencias de transferencia – La reacción terapéutica negativa -



Textos a trabajar:

“Evaluación de los afectos durante el Análisis’- Cáp. 6 en 'Psicoanálisis: objetivo, fundamento y técnica' – Nasim Yampey

“Sobre la dinámica de la transferencia” (1912) Sigmund Freud - O Completas

“La entrevista: generalidades” - Lic Sonia Cesio



Historiales clínicos: un caso de la actualidad



4 - La técnica psicoanalítica y la formación del psicoanalista:



Análisis personal y el acceso al propio inconciente (conflictos infantiles, contradicciones, los conflictos contratransferenciales) -
Evaluación de la evolución de un tratamiento: motivo de consulta - conciencia de enfermedad - capacidad de simbolizar -
La Contratransferencia (conjunto de reacciones inconscientes del analista frente a la persona del analizado y frente a la transferencia) - Los sentimientos contratransferenciales y su interpretación –



Textos a trabajar:

“Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico” (1912). "Análisis terminable e interminable" (1937) – S Freud – O Completas

"La contratransferencia” - Cáp. V – de ‘Estudios sobre técnica psicoanalítica’ – Heinrich Racker



Historiales clínicos: un caso de la actualidad



Para mas informacion, ver:
http://www.enigmapsi.com.ar/tecnicapsicoanalitica.html

jueves, 26 de mayo de 2011

DUELO – DEFENSAS – NARCICISMO: RELACION CON LA FRUSTRACION

-1- La frustración.


La frustración laboral da cuenta de un bloqueo que padece la persona en su camino hacia la meta. Produce un sentimiento de malestar, desamparo, ira, indefensión, y la expresión mas común es el cansancio, la moral baja, hablar siempre de lo mismo, sentir insatisfacción cotidiana.
En el plano individual (estrictamente personal) la frustración da cuenta de un estado anímico que sobreviene en el sujeto cuando ve negada la posibilidad de satisfacción (descarga, alivio) de un impulso libidinal.

En la vida cotidiana todo individuo está expuesto a enfrentarse a situaciones en las que sus conocimientos, su inteligencia innata y su experiencia no le permiten llegar a los resultados que desea. Puede tomarse como un desafío: en ese caso activa al sujeto a seguir adelante; o como una afrenta: en este caso, predomina la actitud pasiva, doliente.

La salida exitosa frente a la frustración esta asociada a la posibilidad de hacer duelos frente a las pérdidas.

Duelo significa dolor, herida. Hacer un duelo significa hacer el trabajo psíquico necesario frente a la irrupción de una situación provocadora de pérdida, desamparo y dolor. En el ámbito laboral sería: ante la pérdida de trabajo; ante el cambio del mundo y las aparición de nuevas demandas; ante la obligatoriedad de dejar atrás lo tradicional y conocido por la persona.
Mientras se atraviesa el duelo, se produce una disminución del interés personal por el mundo externo, pero esa energía se emplea en función de reparar la herida sufrida.
Los duelos dejan una marca en las personas: modifican la personalidad y es esperable que produzcan un enriquecimiento subjetivo, ya que se amplia la experiencia vital y da lugar a otros desarrollos.

Posteriormente al atravesamiento del duelo, es importante poder hacer renuncias: al aceptar lo perdido queda incluido a la personalidad, como experiencia, como sabiduría adquirida.

En ese caso da lugar a otro mecanismo: la sublimación, que da lugar a acceder a un mayor nivel de complejidad psíquica.

Cuando la persona no puede modificar la realidad externa de modo útil para sí, estamos en presencia de conflictos internos importantes, que afectan el normal desarrollo de un individuo.

Toda frustración provenga de una fuente externa o interna involucra una situación especifica y una vivencia; genera tensión emocional y se dificulta el acceso al objetivo propuesto.

La frustración laboral surge cuando un trabajador actúa para lograr un objetivo y encuentra barreras u obstáculos que le impiden lograrlo, una y otra vez.
Este fenómeno puede ser sufrido a nivel individual, pero también puede afectar a un grupo, una sociedad o una nación como ocurre en la actualidad con: la precariedad del trabajo y la necesidad permanente de nuevos anexos para estar incluidos en el mercado; con la devaluación del dinero y el empobrecimiento implícito; con la falta de sostén de las instituciones; con el esfuerzo cotidiano para llevar adelante el propio proyecto de vida; con la inquietud permanente que nos ocasiona la inestabilidad económica (entre otros).

Las sociedades más desarrolladas son mucho más competitivas, y a los niños y jóvenes se les enseña desde muy corta edad a competir para ser el mejor y alcanzar un cierto estatus en la escuela, trabajo y en la sociedad en general favoreciendo la formación de un mayor número de metas y expectativas en el individuo. Es por ello que el fracaso es mucho más común que entre quienes viven en comunidades menos desarrolladas en donde existe un sistema menos competitivo. Y cuando aumenta la probabilidad de fracaso se incrementa con ella la posibilidad de frustración.

Es indudable que las experiencias de la infancia juegan un papel significativo en la determinación de situaciones que se juzguen frustrantes, ya que influyen en el nivel de autoestima que cada uno adquiere para su vida.
Algunos individuos son más propensos a la frustración que otros, por ej le resultarán sumamente intolerable las cuestiones laborales, a quién en su infancia haya sido intimidado por su padre. Este conflicto producirá efectos en la capacidad de resolución de las afrentas cotidianas que sobrevendrán en la relación con los compañeros o colegas y con los jefes y la autoridad. Genera sentimientos de impotencia también, ya que las personas desconocemos los conflictos psíquicos en función de que se hallan reprimidos (mecanismo defensivo) y permanecen inconscientes.
Según la intensidad del problema, es capaz de poner en peligro el equilibrio emocional de una persona y conducirla a conductas agresivas o depresivas.

Las fuentes externas frustrantes, pueden ser físicas o sociales. Las primeras pueden ser el resultado de perder una gran oportunidad de trabajo por asuntos familiares, por la negación de un aumento de sueldo que se había estado esperando, por el rechazo de un proyecto en el que se había trabajado muy duro, entre otros factores que se encuentran fuera del control de cada persona.

Los efectos personales se observan de diferentes formas, uno de ellos puede ser dirigir la agresión en contra del objeto o persona (en el mundo externo) considerado como fuente de la frustración. La otra es dirigirla hacia adentro de la propia persona, y en ese caso el daño es hacia si mismo, expresado por sentimiento de culpa, autorreproches y aislamiento.

Cuando la conducta emergente se dirige hacia la realidad externa, se trata de intentos para modificar, cambiar o suprimir esa situación. El sujeto está abierto a su historia pasada y a su devenir: los encuentros, los vínculos, los traumas, la realidad, los duelos, lo autoorganizan y se puede recrear nuevas conductas. La estabilidad psíquica se reconstruye y se desvanece sin cesar, según lo vivido por cada uno.

Cuando se reitera la dificultad de resolver exitosamente los conflictos, se ponen en marcha (automáticamente, sin poder pensar) los mecanismos de defensa, cuya dinámica es inconciente y la finalidad es aliviar la ansiedad y la angustia.

Los mecanismos defensivos están presentes en la conducta de todos los seres humanos.
Estas defensas son un conjunto de operaciones que están al servicio de reducir el estímulo que amenaza el equilibrio subjetivo. La contrapartida es que empobrecen el funcionamiento personal, ya que consumen mucha energía psicológica; y progresivamente se extienden a todas las conductas del sujeto: consigo mismo y con los otros significativos, pareja, hijos, relaciones laborales, etc.

Algunos de ellos son: racionalización, negación, represión; proyección; formación reactiva; regresión; fijación, sublimación.

Racionalización: el sujeto intenta dar una explicación coherente, moralmente aceptable de un actitud, de una idea, de un sentimiento etc, cuyos motivos verdaderos no percibe.
A veces se convierte en un rasgo de carácter: esa persona que está tan segura de lo que dice, que es impermeable a otro razonamiento. Puede estar disimulada con ideologías, con cierta moralidad, con convicciones políticas, etc.
Represión: este fenómeno impide que un contenido inconciente pase a la conciencia, de ese modo se mantengan ‘fuera de la conciencia’. Impide a la persona que vea algo que salta a la vista (como si se hubieran modificado los sentidos) y lo mismo ocurre con los recuerdos.
Proyección: es atribuirle a otra persona algún sentimiento o idea que le pertenece a uno. En lugar de decir ‘lo odio’ dice ‘me odia’. Además de un intento de aliviar la angustia, es una forma de evitar encontrarse con los propios sentimientos (sin saberlo).
Formación reactiva: esta defensa contiene dos sentimientos al mismo tiempo (uno y su contrario). Por ejemplo, si un sentimiento de odio hacia una persona es insoportable, el yo puede tratar de contrarrestar ese impulso concentrándose en el impulso opuesto. Es común observar estos mecanismos en las prisiones de guerra donde, tener una relación ‘mas afectiva’ con el enemigo preserva la vida. En realidad, el sentimiento agresivo persiste pero debajo la apariencia de afecto.
Regresión: se vuelve a un estado anterior del desarrollo (por miedo, o por el dolor de una pérdida). Es común que frente a las pérdidas significativas, una persona se meta dentro de si misma. No es patológico si se puede ‘salir’ y volver al presente con el yo recuperado de esa herida. El peligro de la regresión es quedar fijado a una forma de comportamiento infantil (o sea, no compatible con el tiempo presente).
Fijación: a lo largo del desarrollo se atraviesa por etapas evolutivas, la infancia, la niñez, la adolescencia y la vida adulta. Esa progresión se detiene cuando ocurren sufrimientos intensos, superiores a la capacidad del yo (de ese momento) para su procesamiento.
Los peligros que se evitan con el mecanismo de fijación, son la inseguridad, el fracaso, el castigo, enfrentar la vida nuevamente.
Sublimación: los impulsos sublimados, pueden definirse como impulsos sustitutivos de la expresión original o natural de un impulso o deseo. Toman energía de la pulsión sexual pero se deriva hacia un nuevo fin, no sexual; y apunta hacia objetivos socialmente valorados. Permite acceder al nivel simbólico, a la complejidad del pensamiento y da lugar al encuentro de nuevas significaciones tanto para la vida individual como para el trabajo. Un ejemplo muy conocido de sublimación exitosa es aquella conducta en la que un sujeto que padeció violencia en su vida familiar, en la vida adulta se dedica a ser domador de animales, carnicero, cirujano, o equivalentes.

-2-Sobre el amor a sí mismo y las relaciones con los otros


En la vida cotidiana nos salen al encuentro muchos temas que nos ponen en la obligación de tomar una postura, porque nos atañen a cada uno en particular y a la vez son trascendentes para la vida de la sociedad. Son estos temas conflictivos los que dejan traslucir el modo imperante de enfrentar las situaciones en cada época.

Muchos eventos importantes van pasando por el lado de la vida de las personas y se pierden en el anonimato; este hecho está marcado por la falta de ideales y metas.
En el plano cultural, un claro ejemplo es la falta de interés de los individuos por aprender sobre algunos temas considerado inútiles para la actualidad.

En la antigua Grecia el imperativo socrático era asumido por los filósofos y por los ciudadanos sin la intervención de instituciones, y fue en aquella época en la que el cuidado de sí alcanzó una importancia decisiva para la consolidación de las ciudades (la polis) y la vida en sociedad.
Paradójicamente al amor a sí mismo, se observó luego, que era una práctica que ponía en riesgo a las relaciones con los otros, ya que si los intereses propios primaban sobre los demás, sobrevendría el mayor caos posible.

Nietzsche en el trabajo de instaurar nuevos valores, dijo que ninguna maldad habría pues en un egoísmo que convierta al propio sujeto en espejo de los demás hombres; en el egoísmo que se regocije en su propio valor.
La ambición de dominio, ese gran riesgo del amor a sí mismo aparece por el contrario como una bondad que se prodiga a los hombres.

El cuidado de sí mismo es una tarea ardua, ya que amarse a sí mismo de manera saludable implica la observancia de una serie de normas y prescripciones que faciliten la vida en comunidad.

El arte, la ciencia, las relaciones interpersonales como la amistad, el amor, son espacios en los que se establecen las relaciones de poder que los regulan.
Estas relaciones de poder posibilitan el planteo de estrategias que determinan la posición frente al otro, así como el funcionamiento de las comunidades afectivas, científicas, pedagógicas, políticas.

La derivación complicada de esta instancia es la dominación, que aparece cuando la estructura propia no da espacio a los otros sujetos; o cuando por falta de fortaleza personal los individuos acceden a estados de dominación por parte del más fuerte, esperando ilusoriamente algún beneficio.
En los estados de dominación es prácticamente imposible para alguna de las partes (generalmente las sometidas) revertir esa influencia sobre su conducta; de modo que su participación se anula.
La liberación es posible, pero abre espacio a nuevas relaciones de poder que es necesario de nuevo controlar e inscribir en preceptos morales y prácticas de libertad que las hagan posibles. Esta liberación sin embargo, tiene que ver más con un cambio de posición subjetiva que con una liberación de un yugo exterior. Se trata de liberar el deseo, la enunciación, que de arrogarse el derecho a detentar la verdad.

Recordemos algunas generalidades sobre narcicismo: es la expresión que hace alusión al mito de Narciso y se refiere al amor a si mismo; que es necesario para la vida.
El desarrollo del narcisismo es concomitante con los primeros momentos de la vida, cuando el sujeto se toma a si mismo como objeto de amor, antes de poder elegir a los objetos exteriores. Ocurre de esta manera por el estado de indiferenciación del yo inicial del ser humano. Ese momento narcisista de la vida se comporta como una fase evolutiva: o sea que se modifica con el desarrollo, y la diferenciación: yo-noyo. Se correspondería con la creencia del niño en la omnipotencia del pensamiento.
Cuando el yo esta maduro (diferenciado) también tiene una estructura narcisista, solo que es diferente de la anterior porque ya se estableció la relación con el otro, conocida como relación objetal. En este momento de la vida existe la posibilidad de separar qué es lo que corresponde al sujeto, qué al objeto y mantenerse en un relativo equilibrio. El ideal de yo (donde se hallan las aspiraciones) es una formación narcisista que no se abandona. Por lo tanto es desde allí desde donde se trazan proyectos vitales con la posibilidad de llevarlos a cabo exitosamente o no.

LA ACTITUD

Todas las personas tienen actitudes que dan como resultado tendencias a responder positiva o negativamente ante otra persona, ante un grupo de personas, ante un objeto, ante una situación, que comprende objetos y personas ante una idea.

Es un estado mental de disposición, organizado a través de la experiencia, que ejerce una influencia directriz o dinámica sobre la respuesta del individuo ante todos los objetos y situaciones a que se enfrenta.

Las actitudes generalmente, se forman desde los primeros años de vida y se refuerzan después. Otras se aprenden de la sociedad; otras dependen directamente del individuo.

La "satisfacción en el trabajo" es el resultado de una sumatoria de actitudes que cada individuo tiene hacia su actividad laboral, los factores conexos y la vida en general. Aquellas personas que obtienen un alto nivel de satisfacción con sus actividades, despliegan actitudes positivas en base a la interacción.

*Lic Sonia Cesio
Email: cesio.sonia@gmail.com

domingo, 1 de mayo de 2011

LAS ESCENAS TEMIDAS EN EL TRABAJO*

Las escenas temidas son aquellas situaciones que dan cuenta del punto vulnerable del sujeto. Allí se encuentra el campo favorecedor de la producción de conflictos, ya que por diversas situaciones de la vida, previas a ese momento, está esa marca en la personalidad. Estas escenas remiten a alguna otra de connotación infantil: esto es, que implican una debilidad para la persona; remite a una circunstancia productora de sufrimiento en el momento actual que evoca un vivenciar pasado, de otro tiempo. Esa vivencia permanece separada de la conciencia (como si no existiera) y se reactualiza ante alguna situación difícil y estresante del área laboral (o de la vida en general). Cuando esa zona se impacta en el trabajo, aparece la sensación de imposibilidad de resolución del tema, produce angustia intensa y limita el accionar eficaz de la persona que la padece.


Doy como ejemplo algunas escenas:



1. Que se noten ciertos temores (son miedos básicos que ‘salen’ en la interacción con otros)



2. Tener un exagerado sentido de perfección (y no poder tolerar cuando esto no ocurre así)



3. Tener la disposición a la identificación con el más débil y no poder ser objetivo/a cuando se plantea esta situación



4. No obtener el reconocimiento adecuado a mi desempeño y tomarlo como una afrenta personal.



5. Ser muy tolerante, tanto que dificulta poner las cosas en su lugar en el momento adecuado.



6. Temor a no ver el conflicto objetivamente. Dificultad para diferenciar entre lo que ocurren en la realidad y diferenciarlo de las propias fantasías..



7. Hacer alianzas injustificadas; inclinarse a estar con personas conflictivas en el trabajo, y quedarse pegado a ellas.



8. Dificultad para tolerar los cambios y para comprender un nuevo proceso que se está gestando (puede ser inherente a las jerarquías superiores; o la aparición de angustia ante las propuestas confusas)



9. Temor excesivo a la competencia; dificultad de instrumentarla como un elemento de trabajo, dejando de lado la propia capacidad de competir.



10. Las conductas autoritarias y el efecto producido, tanto entre los compañeros, como en el área personal.



11. Las conductas rígidas e ideas previas muy valoradas respecto de la forma de trabajar, progresar, tener ambiciones, ganar dinero (tanto en el ámbito personal como el del los otros).



12. La imposibilidad de resolver los conflictos adecuadamente, y no poder separar el trabajo de lo personal.



13. Dificultad para enfrentar los problemas con los colegas en cuanto a las diferencias de forma de pensar, de desplegar el trabajo, del tipo de vida, etc



14. Lo transgeneracional, relativo a mitos y prejuicios.


Si se identifican con alguna de ellas, les permitirá repensarla; buscar un hilo conductor que les de acceso a otra comprensión (de naturaleza simbólica). De este modo, se alivia la angustia, y se dispondrá de esa energia para mejorar la calidad de vida (en vez de tenerla asociada a un conflicto de naturaleza permanente).



LA RESONANCIA


El eje de pasaje a las Escenas Temidas es el concepto de RESONANCIA. Primero aparece la sensacion de ‘haber sido tocado’ por algun tema particular (donde uno se encuentra vulnerable); luego el efecto se ‘multiplica’ y resuena con una intensidad molesta en la persona (se extiende del ámbito laboral al individual). El conjunto de resonancias genera conflictos de dificil abordaje, ya que esas ideas que circulan se interrelacionan con las múltiples subjetividades de los distintos integrantes del equipo.



Para descubrirla es necesario el privilegiar lo verbal (el pensamiento) sobre lo

corporal; tener en cuenta las ‘señales’ de malestar en cuanto aparecen (ya que se trata de percepciones); reconocer las similitudes y diferencias (hacer una autoobservacion y una observación del conjunto) y prestar atención al atravesamiento de poder.

Una idea, una intención que es parte de la objetivación de una persona, da cuenta de la circulación de esas subjetividades conectadas entre sí.

Este fenómeno se entiende desde la compleja problemática de la multiplicidad, que existe siempre desde el principio (es una idea que se multiplica).

La resonancia tiene una significación sonora, pero no alude solamente a lo auditivo, sino que lo tomamos desde el aporte simbólico (que remite a sensaciones y significados) y se enlaza al universo personal.



Cuando en un grupo (laboral es este caso) hay una significación que ‘resuena’ da cuenta de una percepción tanto de un fenómeno personal o interpersonal.

Las sensaciones de miedo, perfección, orden, injusticia, inferioridad entre otras; generalmente tienen que ver con el universo individual y la puesta en juego de alguna escena temida en función de un aspecto vulnerable de esa naturaleza.

Las alianzas, los conflictos, las exigencias, la flexibilidad o rigidez, el autoritarismo, la solidaridad y el aislamiento tienen que ver con las conductas grupales y un portavoz que emerge del mismo. Ese portavoz es aquel sobre quien recae alguna problemática grupal porque en esa persona hay un campo favorecido por algún trauma anterior de esta cualidad.

La importancia del conocimiento sobre estos fenómenos conductuales, es la posibilidad de pensarlos e instaurar defensas útiles: tanto para prevenir alguna situacion futura, como para tomar otro rumbo cuando se instala en un equipo de trabajo y recae sobre algún integrante quien devela una cierta incompatibilidad.

Bibliografía:


‘Las escenas temidas del coordinador de grupo’ - Hernan Kesselman; Eduardo Pavlovsky; Luis Frydlewsky – Ed Galerna – 1970


‘La multiplicación dramática: un camino hacia la psicoterapia profunda’ - Hernán Kesselman, Eduardo Pavlovsky y Luis Fridlewsky

Publicado en Revista "Clínica y Análisis Grupal" Nº 9 Madrid. Marzo/abril 1978.

*Autor Sonia Cesio

**cesio.sonia@gmail.com

miércoles, 20 de abril de 2011

ES POSIBLE LA PSICOLOGIA ONLINE? - CONTROVERSIA

Este trabajo es de mi autoria*

"Nunca pienso en el futuro. Llega enseguida" Albert Einstein

Este texto continúa los desarrollos del anterior respecto de la posibilidad de realizar terapias online. Está dedicado a documentar la discusión que genera este dispositivo y a difundir los criterios de colegas de diferentes formaciones teóricas y pertenecientes también a diferentes regiones geográficas.

Cabe agregar algunas consideraciones respecto de las emociones. En la comunicación online se despliega un intenso componente afectivo, despertando sentimientos variados: de aceptación, entusiasmo, rechazo, enojo, celos y otros.

El proceso que pone en funcionamiento este dispositivo, es similar a lo que conocemos como transferencia analítica, incluyendo la emergencia de sentimientos en el terapeuta. Ese cuántum de afecto puede favorecer el trabajo terapéutico o interrumpirlo, ya que otra característica muy comun de los contactos en internet, es la desaparición sin dejar rastro. Será nuestro tarea instrumentar esta experiencia con las cualidades que le son inherentes y a favor del progreso terapéutico. Entonces, es posible la terapia online?

Algunas reflexiones de colegas

Balaguer Prestes, de la Coordinadora de Psicólogos de Uruguay (1): nos dice: ‘Internet es un facilitador, un catalizador de la personalidad. Los distintos entornos así lo permiten; generalizar las hipótesis sin distinción de lugares es un ejercicio algo peligroso. La clínica psicoanalítica nace en los albores del siglo XX en un tiempo desde varios ángulos similar al actual y desde varias aristas bien distinto. Lewcowicz gustaba hablar del momento histórico actual como signado por la fluidez. La sobrevaloración de la experiencia material, presencial, sólida es patrimonio nuestro, de los nacidos en una era moderna acorralada por el cambio. Cristina Corea definía la subjetividad como “la serie de operaciones que se hace para habitar un dispositivo, una situación, un mundo”.

Freud fue el primero en descubrir el dispositivo psicoanalítico donde en el silencio y también en la ausencia de la mirada del otro se empezaban a desplegar cuestiones que en la “vida real” no aparecían. Así comenzó el Psicoanálisis más de un siglo atrás. El dispositivo no fue un tema menor.

El ciberespacio es un lugar que Barlow describe como “un mundo silencioso (donde) toda la conversación es tipeada. Para entrar en él, uno abandona cuerpo y espacio y se vuelve una cuestión de palabras solamente” (Rushkoff, 1999). Cualquier similitud con un diván es mera coincidencia.”

Continúa expresando (2): “Se podrá estar o no de acuerdo con los aportes de Freud, pero lo que no se puede negar es la marca que ha dejado en relación a las concepciones sobre la humanidad. La visión del hombre desde la ciencia y desde el hombre mismo; el habitante común de las urbes de este siglo; dejó de ser la misma a partir de la creación del Psicoanálisis. Reposicionando a Copérnico y Darwin en la historia, Freud se autoproclamó como aquel parricida que infligiera la tercera herida narcisista a la humanidad, que alejaba cada vez más al hombre del centro de la creación. Esta tercera herida que nos desplazaba automáticamente del control racional sobre nuestros actos parecía ser la última y definitiva.

Los avances tecnológicos actuales nos ponen frente a una posible cuarta herida, aquella anunciada, una vez más primero por la ciencia ficción, la de la posibilidad de una continuidad entre la máquina y el hombre. Los hombres cada vez funcionando más como una maquinaria, como seres digitales o binarios (Baudrillard, 1983; Negroponte, 1995; Romano, 2000) y las máquinas siendo cada vez más inteligentes, o al menos capaces de simular inteligencia. Entonces nos preguntamos ¿cuál es y será la posición del Psicoanálisis en esta nueva sociedad en red? ¿qué lugar halla en el discurso actual? ¿qué valoración se hace de él? ¿qué herramientas proporciona para comprender los cambios actuales?. Que las resistencias tecnológicas, las posibles tecnofobias, que hallan en muchos de nosotros fuertes seguidores, no nos ubiquen en la vereda de enfrente en lugar de entrar en el campo y analizarlo con viejas y nuevas herramientas”

Villarreal Hernandez, de la Asociación Regiomontana de Psicoanálisis (3) de Mexico opina lo siguiente: “El estudio ético y tecnológico adecuado a estas nuevas facilidades hechas en muchos casos para beneficiar al ser humano, deben ser tomadas con muchísima seriedad. Las cámaras web y esta serie de dispositivos pueden ayudar a una mejor interrelación entre el paciente que requiera en su momento esta terapia y el terapeuta que decida brindarla. Los temores que uno tiene muchas veces, es que esta modalidad sea tomada a la ligera por algunos de nosotros o por las cúpulas universitarias o colegiadas de nuestros paises o el mundo. La importancia de la relación con el paciente es mucho mayor que la técnica. Si el tratamiento on line o por via telefónica posee la suficiente intimidad para generar un espacio de pensar, sentir y hablar; y al mismo tiempo saberse escuchados ya lo demás es "extra".

Juan R. Paletta nos dice (4): “Este tipo de abordaje plantea problemas técnicos muy particulares, y supongo que sus posibilidades son limitadas. Encuentro una similitud con aquellos servicios de ayuda telefónica, ya que en común con esto, no existe una presencia física de quien demanda tratamiento. Es innegable que de la regla fundamental del psicoanálisis a un trabajo de análisis de la escritura hay un trecho que no puede soslayarse, sobre todo si la expectativa es analizar las formaciones del inconsciente. El objetivo debe girar alrededor de interrogarnos sobre la elección tan particular de canal para demandar tratamiento, y el norte de estas sesiones virtuales debe ser que el paciente inicie un tratamiento cuya presencia no sea meramente "virtual".

En última instancia, esto, como otras cosas que suceden en la red, no puede dejar de plantear la cuestión de los efectos en la subjetividad que pueden producirse a partir de la aparición en nuestra cotidianeidad de este artefacto llamado Internet”

Pedro Hernández, de la Universidad Autónoma de San Luis, de Potosí (5) comenta:

"a) es una pràctica que puede ser un apoyo útil en los casos en que ya se ha instalado la relación terpéutica. Puede ser un auxiliar útil como la carta o el teléfono. El compromiso sería el de retomar los contenidos de la comunicación en el encuadre terapéutico;

b) si no ocurre en el marco anteriormente señalado, sería una relación en la que sin la presencia del otro no se tendría una comunicación completa (lenguaje verbal y no verbal). Me parece que complica tremendamente la lectura del terapeuta respecto al paciente;

c) aún con la gran ventaja que representan los medios de comunicación en la actualidad, también hay los riesgos -como frecuentemente ocurre- de que la información pueda ser interferida por personas que harían un uso indebido de ella;

d) otra desventaja que observo es que puede haber personas que, sin tener un entrenamiento profesional, podrían dedicarse a ofrecer este servicio;

e) es un asunto que debe permanecer abierto a la discusión porque estaría pendiente el estatuto legal de este servicio, aspecto poco atendido respecto a nuestra profesión en muchos países”.

Manuel Antonio Vega (6) de Costa Rica considera: “Es importante adaptarse a los nuevos cambios tecnológicos, la idea es atractiva. Habremos profesionales a favor y en contra; y los que no descartamos la idea, la analizaremos lo suficiente y la discutiremos profesionalmente, lo mismo que haría cualquier profesional ético cuando desea implementar alguna nueva técnica en el consultorio. Considero que la preparación académica respecto de esta modalidad es muy importante, por que la opción que surge es un fenómeno similar al de las personas no videntes, quienes ante la ausencia de un sentido, desarrollan aún más los otros sentidos y pueden desenvolverse en la vida; así, ante la ausencia del lenguaje gestual, se desarrollarán otras habilidades profesionales para tratar de complementarlo o sustituirlo por otros elementos que brindaría la consulta en la red. Y cuando tengamos la información y el aporte de nuestra propia capacidad intelectual y ética, podremos decidir entre todo lo que aprendimos, qué es lo mejor desde nuestro enfoque personal y profesional”

Maria T. Penas (7) de la Asociación de Psicólogos aporta el siguiente comentario: “Es importante pensar cuál será el perfil del paciente que pudiera funcionar con este dispositivo, porque sabemos que la cura es por transferencia también , y el no percibir mutuamente los gestos, emociones, e inclusive fallidos verbales y posturales hacen perder de vista buena parte de la sesión”

Thamer Prieto de Cochabamba (8) nos dice: “Me parece un tema de bastante interés y polémica. En estos tiempos actuales, modernos, caóticos, se ha producido un avance tecnológico imprevisible. Se han dado en tan sólo cinco décadas más avances en tecnología que en toda la historia humana; dentro de este progreso se enmarca también la comunicación y los nuevos medios comunicacionales. ¿Pero cómo articular estos elementos con la terapia psicológica?. La sociedad moderna y sus abruptos cambios han producido una serie de patologías nuevas. Entre ellas, la búsqueda de la individualidad, en contraposición de las corrientes que tienden a homogeneizar al ser humano en torno a valores, gustos, modas, ideales, etc. globalizadas. Es increíble la cantidad de sujetos que acuden a terapia con este mal: ser un “número” más entre tantos otros, buscar ser reconocido por los demás y, sobre todo, tratar de rescatar la individualidad de cada quien, dentro de un conjunto social, donde todas las personas viven idénticamente globalizadas. El espacio terapéutico brindado a estos sujetos restablece esa búsqueda y permite al sujeto poseer un espacio propio, individual en el que es “reconocido” como sujeto particular; es llamado por su nombre y tomado en cuenta más allá de la masa social.

Entonces surge la preocupación respecto de ¿no sería la terapia on-line un mecanismo que alimente, en cierta medida, estos síntomas modernos, al permitir al sujeto seguir en el anonimato del que, en varios casos, desea salir? ¿No estaría el psicólogo promoviendo una situación impersonal, donde prima la fantasía y los imaginarios en torno al otro?.”

Sara Zusman de Arbiser (9) hizo sesiones de terapia por internet luego de recibir al paciente en el consultorio y destaca que uno de ellos le ha llegado a revelar por chat “cosas que cara a cara no se había animado a decir nunca; haciendo sesión por internet se pierden los gestos, pero cuando no hay otra alternativa es un recurso más para que no se pierda el diálogo”. Atendió por chat a una embarazada que debía hacer reposo y a un joven de 18 años que consiguió trabajo en Estados Unidos y no quiso dejar la terapia. El consultorio “es lo mejor, pero internet no es para desperdiciar tampoco. Yo no digo que sea la panacea, pero en algunos aspectos puede ser una posibilidad; es lo que se tiene y hay que usarlo, y se pueden descubrir facetas muy interesantes en el análisis”. Freud mismo recordó, “analizaba a sus discípulos a través de cartas. Entonces por qué no usar esta vía que nos brinda la tecnología, que nos da una interacción más dinámica y un diálogo más fluido que la carta”.

Muñoz Rengel y Lopez B - Colegio Oficial de Psicólogos de España (10) nos dicen: "En Estados Unidos cada vez son más los psicólogos que, además de tener su gabinete de atención en persona, ofrecen servicios terapéuticos on-line. Gran parte de estos servicios están avalados por instituciones cuya misión es evaluar, según criterios de calidad, las credenciales de los profesionales que los aplican. En España aún no se ha apostado con fuerza por la terapia a distancia en general y menos si cabe por la terapia on-line; en parte por desconfianza ante un medio relativamente nuevo y, por consiguiente, con características y efectos aún desconocidos.

Pero, lo queramos aceptar o no, hay personas que jamás acudirían al psicólogo porque son literalmente incapaces de hacer partícipe a otro, de sus más íntimos conflictos. Sin embargo, en el anonimato que concede la red, muchas de estas personas son capaces de confesar lo inconfesable, y bajo ese anonimato (que es relativo, porque el otro quizá conoce tu nombre e incluso tu aspecto, pero que da la tranquilidad de la distancia), chateando con un psicólogo sienten como si estuvieran hablando con un diario, con la salvedad de que este diario les contesta y asesora.

Existen también algunos defectos que arrastra consigo el ejercicio de la terapia a través de la red. Quizá el más prominente de ellos es el problema de la seguridad. Si el anonimato y la distancia aportan beneficios, también conllevan la incertidumbre de no saber quién te está atendiendo. Para evitar el fraude, el sitio web del psicólogo debería incluir la mayor cantidad de información posible con respecto a sus credenciales y se debería revisar la normativa deontológica. Para asegurarnos de que nadie va a leer nuestro correo electrónico habría que utilizar códigos de encriptación, lenguajes en clave descifrables únicamente por el emisor y el receptor, que facilitan algunos programas y que impiden que cualquier otra persona acceda a los mensajes.

Sin embargo, podemos plantearnos la siguiente cuestión: ¿hasta qué punto es posible adaptar nuestras técnicas y estrategias terapéuticas al nuevo medio y avanzar en ellas? En el momento presente resulta difícil plantearse una relajación, una desensibilización sistemática en vivo o un modelado a través de Internet, aún suponiendo la utilización de la videoconferencia y del mayor número posible de recursos técnicos. Realmente, en muchas ocasiones nos veremos obligados a advertir al cliente de las limitaciones del tratamiento on-line. Pensamos que ya es hora de iniciar el análisis de las potencialidades que frece este tipo de servicio, tanto a los clientes como a los propios profesionales, a los que se les brinda la oportunidad de ampliar su ámbito de actuación y de acercar mucho más el bienestar a los ciudadanos”

Mario Domínguez Sánchez - Dpto. Sociología V de la Universidad Complutense de Madrid (11) nos aporta algunos aspectos con mirada sociológica del tema y expresa: “La Red ofrece para algunos una noción de libertad, de conocimiento compartido y de progreso hacia la democracia universal; mientras que para otros insinúa con igual vehemencia que puede constituir el dispositivo central de la vigilancia global y de la alienación.

Para pensar en las interacciones virtuales en red, teniendo en cuenta la indeterminación y volubilidad electiva de la identidad en este tipo de espacios, hay que buscar en la economía emocional. Es precisamente aquí donde podemos observar el modelo de self que aflora en dichas interacciones virtuales: si tuviéramos que elegir una tensión que atraviesa una parte sustantiva de los despliegues del self en estas interacciones, sería la mezcolanza de una subjetividad basada en el énfasis de la imaginería romántica junto con una noción problemática de progreso, que acepta y cuestiona al mismo tiempo la razón, el esfuerzo y la planificación; lo que obliga al self a admitir múltiples identidades, sin que ello suponga engaño alguno.

Las trayectorias individuales son cada vez más cambiantes y azarosas, lo cual plantea inseguridad y perturbadoras dudas existenciales; pero al mismo tiempo nuevas y enormes posibilidades de ser en una sociedad en transformación permanente.

Un comportamiento habitualmente adoptado en los chats es aquel ni muy distante ni demasiado implicado, un estilo emocional tibio, “cool”, que precisa la expresión rutinaria de sensaciones y sentimientos en la vida cotidiana. El tenor emocional en esta dirección es pues impersonal en cuanto afecta poco a la materia prima de la personalidad: por más íntimo que resulte siempre existe la convicción de que es postizo. Un ejemplo de ello reside en la proliferación de los “emoticones” en estos actos de comunicación. Operan como convenciones acotadas, que permiten no obstante añadir un matiz emocional a mensajes procedentes de una identidad factible de someterse a cambios bruscos y que de otra forma serían difíciles de interpretar. La multiplicación de las relaciones personales y las posibilidades de ser produce una saturación social, un “yo saturado” de comportamientos que podrían ser hasta incompatibles entre sí, lo que dificultaría la posibilidad de que el individuo construyera un relato del self mínimamente coherente. Pero también se abren posibilidades de experimentar, de conocer, de obtener beneficios sociales e incluso de desmontar las identidades apocadas de la modernidad y abrir otras vías para la configuración de identidades valiosas para sujetos en situación precaria, discriminada o dependiente (Revilla, 1998, 2003)”.

A modo de conclusión

Las reflexiones expuestas y en particular las conceptualizaciones sobre la comunicación online junto con la posibilidad terapéutica inherente a ella, evidencia un carácter paradojal. El conflicto que sugiere toda paradoja es la existencia de un componente dinámico que implica una alternancia permanente de dos opciones opuestas. Estamos hablando de las paradojas estructurales (no de las semánticas). La comprensión de la agudización de cierto tipo de paradoja junto con la necesidad de su desvelamiento, facilitará el acceso a nuevas conductas. Es sabido que la única posibilidad de solución que tiene la paradoja es la creación de una entidad de mayor simbolización, de mayor nivel de abstracción. Podemos decir entonces, que estamos ante la emergencia de nuevos elementos simbólicos; de alli el carácter tan delicado y arduo de nuestra tarea.

Las opiniones citadas un tanto discordantes, son muy enriquecedoras. Las mismas constituyen un valioso aporte a este desarrollo teórico incipiente, y es una nueva aproximación a las ventajas y desventajas que plantea el dispositivo terapéutico que transcurre en internet.

Me parece oportuno finalizar este avance con las palabras de Freud, pionero del psicoánalisis que enfrentándose a la mirada científica de la época, se abocó a la tarea de explorar (entre otras cosas) los fenómenos psíquicos de Juanito, un niño pequeño cuyos padres proporcionaron interés en este abordaje. El padre aportó el material específico tomando notas sobre la conducta de su hijo y enviándoselas a Freud, quien a su vez avanzó en sus desarrollos sobre sexualidad infantil. Esas primeras observaciones datan de la época en que Juanito aún no habia cumplido los tres años y el historial se realizó a principios del siglo XX, junto con el florecimiento incipiente del psicoanálisis.

Freud en el Caso Juanito dice (12): “Si totalmente de mi hubiera dependido, me habria arriesgado a dar a Juanito una explicación más, que sus padres silenciaron (...) Estoy seguro de que no habria perdido el amor a su madre ni su naturaleza infantil con estas explicaciones y se habria convencido en cambio, de que debia dejar de ocuparse de aquellas cosas tan importantes, incluso imponentes, hasta que se cumpliera su deseo de ser mayor (...) Me inclino a adscribir a esta neurosis infantil una significación típica y ejemplar, como si toda la diversidad de los fenómenos neuróticos de represión y toda la riqueza del material patógeno, pudieran derivarse de un número muy escaso de procesos desarrollados en los mismos complejos de representaciones. (...) En la primavera de 1922 se me presentó un joven declarando ser aquel Juanito (...) Su visita me satisfizo mucho, pues dos años después del análisis le habia perdido de vista y en más de un decenio no habia sabido nada de él (...) Juanito es ahora un apuesto muchacho de diecinueve años. Afirma encontrarse muy bien y no padecer trastornos e inhibiciones (...) Juanito me comunicó algo especialmente singular, tanto que no me atrevo a arriesgar explicación alguna. Cuando leyó el historial me dijo, que le habia parecido totalmente ajeno a él, no se reconoció ni recordó nada. Solo cuando llegó al viaje de Gmunden alboreó en su memoria la sospecha de aquel niño pudiera ser él....”



*Psicóloga Clinica de Adultos, integrante de la Comisión Directiva de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires y Coordinadora de la Comisión de Informática de dicha institución

Email: cesio.sonia@gmail.com

Referencias

(1)El texto completo está publicado en: http://www.enigmapsi.com.ar/vincsubjet.html

(2) El texto completo está publicado en: http://www.enigmapsi.com.ar/vozpsicoan.html

Autor de ambos trabajos: Roberto Balaguer Prestes – Psicólogo – Integrante de la Coordinadora de Psicólogos de Uruguay rbalaguer@prored.com.uy

(3)Alberto Villarreal Hernandez - Psicólogo y psicoanalista - Asociacion Regiomontana de Psicoanalisis – Monterrey – México villarrealalber@terra.com

(4)Juan Rubén Paletta - Psicólogo Forense – Argentina apf@abaconet.com.ar

(5)Pedro Hernández - Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, México – phskai@hotmail.com

(6) Lic Manuel Antonio Vega - Psicólogo - Costa Rica mvegapsicologia@yahoo.com

(7)Maria Teresa Penas - Psicóloga - Asociación de Psicólogos de Bs As - Argentina penast@hotmail.com

(8) Thamer Prieto B - Psicólogo Clínico - Cochabamba - Bolivia - super@supernet.com.bo

(9) Sara Zusman de Arbiser - Psicoanalista - Asociación Psicoanalítica Argentina - Texto completo publicado en: http://www.enigmapsi.com.ar/loultimo.html

(10) Francisco Enrique López Bermú y Juan Jacinto Muñoz Rengel – Miembros del Colegio Oficial de Psicólogos de España. Texto completo publicado en : http://www.cop.es/infocop/infocop75/info75-40.htm

(11) Mario Domínguez Sánchez - Profesor Titular de Dpto. Sociología V (Teoría Sociológica) - Universidad Complutense de Madrid – Extracción de: ‘Técnicas de subjetivación e interacción virtual en tiempo real. ¿Tienen algo en común Michel Foucault y los chats?’ Texto completo publicado en: http://www.cibersociedad.net/congres2004/index_es.html

(12) Sigmund Freud - Obras Completas - 'Analisis de la fobia de un niño de cinco años. Caso Juanito' 1909 - Tomo II - Ed Biblioteca Nueva -


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viernes, 1 de abril de 2011

SOBRE TECNICA LA PSICOANALITICA

El procedimiento técnico del psicoanálisis comprende a las reglas concernientes al trabajo del terapeuta y el paciente en la situación analítica; y forma parte del cuerpo teórico de la misma.

Designa la modalidad de trabajo para llevar a cabo los encuentros entre la persona que consulta y el terapeuta. Se denominan entrevistas y sesiones, y dan cuenta de un desarrollo

respecto del trabajo terapéutico en el curso de un tratamiento.

Comenzaré por las primeras. La diferencia fundamental entre ambas es el tipo de intervención, desde el terapeuta; y el despliegue afectivo (llamado transferencial) desde el paciente.

Las entrevistas se emplean para el mutuo conocimiento del sujeto que consulta y el analista como personas reales; permite el despliegue de una serie de sentimientos (preferiblemente de simpatía al comienzo) y da una idea respecto de la posibilidad de establecer una relación con el otro. También es útil para la función diagnóstica.

PRIMERA ENTREVISTA: es de fundamental importancia, alli la persona que consulta pone en funcionamiento la fantasía inconciente de su enfermedad; el tipo de transferencia, y datos sobre lo que será el recorrido a través de la experiencia analítica.

EL CONTENIDO DE LA ENTREVISTA DESDE EL MATERIAL DEL PACIENTE

Ese contacto inicial posibilita el relato de aquello que el eventual paciente considera como causante de sufrimiento y limitante de su vida. Junto con el mismo van a aparecer transferencias de sentimientos. Se aclara que se utiliza el término 'transferencia' en el sentido de traslado, de trasponer afectos. Hablar de la situación problema conlleva a la emergencia de poderosos sentimientos; los más conflictivos aparecen como expresiones no verbales que dan cuenta de la modalidad vincular del sujeto (o sea, de la relación que establece con los otros), y que también aparece en el contacto inicial con el terapeuta. Dichos sentimientos pertenecen a la serie amor-odio (por eso la denominación positiva-negativa de la transferencia); y remite a las profundas huellas que han quedado de la relación madre/padre-hijo.

Repito un párrafo del trabajo ya publicado: 'transferencia designa a todo el complejo de sentimientos que la persona en análisis promueve en el terapeuta; la contratransferencia está referida al sentir del analista, que si bien tiene que ver con la problemática de su analizado, también involucra a su propia vida infantil. Por eso es de fundamental importancia el análisis de estos fenómenos, para poder devolvérselos al paciente en forma de interpretación analítica'.

En la primera entrevista es importante descubrir si hay transferencia positiva, que contiene afectos de orden amoroso (relacionada con sentimientos de ternura, de necesidad de ser comprendido y de familiarse con el lenguaje del terapeuta). En el analista se corresponde en la identificación con la problemática y el sufrimiento del consultante. La emergencia de lo detallado es favorable para el desarrollo del tratamiento.

Si es transferencia negativa, está relacionada con sentimientos de rechazo, desagrado y seguramente se homologa al terapeuta con un personaje odiado y temido de la historia personal. Esto tiene un pronóstico desfavorable (aunque hay que evaluar el cuántum); hay alta probabilidad de que esa relación terapéutica plantee muchas complicaciones (ya que se incrementa durante el tratamiento).

Este fenómeno es bidireccional, abarca tanto al terapeuta como al paciente. La diferencia está dada en relación a la posición que ocupa cada uno de ellos: el sujeto que consulta 'no es consciente' de estos fenómenos (no los conoce, los padece); en cambio, el terapeuta posee herramientas que le dan acceso al conocimiento de los mismos, y puede emplearlos para la comprensión de la situación y para desplegar un proyecto de trabajo.

Se denominan sesiones a los encuentros posteriores que ocurren con una frecuencia y una duración que ha sido previamente acordada con la persona que iniciará el tratamiento.

A la forma de trabajo se la denomina encuadre y contiene las reglas de trabajo.

SESIONES: La diferencia con las entrevistas es que el transcurrir es más frecuente (a eso alude su nombre: sesiones); se establece la continuidad del trabajo analítico personal y de la relación con el analista. Ese despliegue da cuenta de una familiaridad que se instala paulatinamente hacia el terapeuta y con el análisis, lo que permite la emergencia de fenómenos más profundos y menos conocidos por el paciente. Surgen sentimientos nuevos hacia el analista, que ocurren en ese contexto preparado para analizarlos; conductas curiosas, por ejemplo, llegadas tarde en una persona que generalmente llega puntual ; silencios abruptos en personas locuaces; puede aparecer el impulso a llevar diferentes elementos al lugar donde transcurre el tratamiento, etc. Tiempo atrás realizó su análisis conmigo una persona que se dedicaba a la música. En un período traía libros (muchos) con los que estudiaba; luego un equipo portátil de música; en una ocasión en que se iba de paseo, trajo una caña de pescar...

Con el transcurso del tratamiento descubrimos que esos objetos hablaban por su persona, decían aquello que aún no se podía mencionar con palabras.

Este es el momento para un fértil desarrollo de la relación transferencial-contratransferencial. Se despliega una 'trama' la relación analítica, que está impregnada de innumerables contenidos para descifrar; sostenida por el encuadre. El mismo abarca la especificación de: el/los días a trabajar, horario, lugar, las explicaciones sobre el modo de trabajo, la regla de abstinencia (que homologamos al 'como si'); la conducta a seguir en relación a la aparición de sueños, lapsus, ausencias, ocurrencias.

El encuadre correctamente utilizado (sin exceder del mismo), se convierte en sostén de la relación analítica porque le hace tope a la relación con el terapeuta, con sus permisos y prohibiciones (al establecer: esto si - esto no); preserva al analizado con respecto de sus propios impulsos y opera como reaseguro frente a la emergencia de la trama fantasmática, con la misma libertad que tendría un niño en su tiempo de juegos.

El establecimiento de reglas garantiza el trabajo, no así la simplicidad del mismo. Hay que recordar siempre la dificultad que promueve para ambos integrantes de la díada terapéutica la emergencia de recuerdos y sensaciones displacenteras con las que se lidirá, para hacer posible el análisis.

UTILIDAD DE LA ENTREVISTA PARA EL ANALISTA:

La narración del paciente da cuenta de varios aspectos, además de detallar su problema:

a) indica sobre el fenómeno de analizabilidad. Se infiere en relación con la posibilidad de la persona para detenerse a reflexionar sobre lo que escucha; sobre sus creencias o sus certezas. Es útil observar si puede dudar de ellas (recordemos que son parte de su enfermedad). Esta dinámica se basa en la interacción, o sea con las interrogaciones u observaciones del terapeuta en ese primer encuentro con el paciente;

b) la analizabilidad está directamente relacionada con el fenómeno de insight. El significado es más abarcativo que la traducción literal 'intuición' del inglés. Se refiere a estar abierto, tomar conciencia, aceptar una significación diferente.

El texto completo se puede leer en:
http://www.enigmapsi.com.ar/semtecnica1.html

martes, 22 de marzo de 2011

GENTE COMO UNO...

Relato de ficción para dar cuenta de las características de la personalidad previa predisponente a la irrupción de un ataque de pánico, incluyendo la influencia del medio ambiente familiar y social, junto con el advenimiento de un hecho traumático actual.

Los Estevez viven en la casa materna perteneciente a la familia de Alicia; en un anexo que construyeron recientemente para poder establecerse alli y vivir por un tiempo. Lograron finalmente armar el proyecto familiar que tanto deseaban: ahora pueden pensar en el futuro. Sobreviene el primer embarazo y al cabo de unos meses les informan que será varón. Al momento de la elección del nombre, Pablo le recuerda a su esposa lo acordado previamente: el primer hijo se llamaría como su padre, Angel.

Su llegada generó mucha espectativa e inquietud. Alicia fue una mamá muy joven: tenía 20 años cuando Angel nació; estaba contenta y temerosa al mismo tiempo respecto de la cuestión de ser madre. Pablo también estaba muy nervioso: tener un hijo le produjo un sentimiento similar a una gran aventura...y fue un descubrimiento: qué pequeños que son los bebés, decía, a uno le parece que se van a romper....Como suele ocurrir en estos casos, fue todo un aprendizaje el hecho de cuidar a un recién nacido, junto con el desarrollo de la familia incipiente, y al mismo tiempo mantener la intimidad deseada con el mínimo de intromisiones (viviendo en el contexto de una gran familia).

Angel tuvo dificultades para amamantarse, no embocaba al pezón: sacudía la cabeza con desesperación, asi que al principio tuvieron que ayudarlo; luego pudo alimentarse bien. Fue imposible alejar de la escena a la abuela (materna) quien siempre les recordaba su vasta experiencia, que la autorizaba a 'ayudar' a esta flamante e 'inexperta' madre. A Pablo le resultaba difícil sacar a la suegra de su casa (que de algun modo, era la de ella también); siempre lo lograba pero terminaba cansado, desgastado y con profundo malestar. Fue después de uno de esos momentos en que decidió mudarse: mis otros hijos no van a nacer en esta casa, se dijo. Al cabo de dos años pudieron vivir solos y posteriormente llegaron Lila y Sebastián, el más chico.

Angel fue un chico juguetón, estudioso e inquieto; también muy ansioso, frecuentemente se quejaba... 'estoy aburrido...' decía. Le costaba dormirse, entonces su papá les contaba cuentos con los que sus hermanos se dormían, pero Angel no; lo hacia un rato después de que se apagara la luz y con frecuencia se despertaba por tener pesadillas: soñaba con unos perros que lo corrían y lo alcanzaban. En esos momentos llamaba con mucha angustia a su padre.

Casi al mismo tiempo que empezó la escuela primaria se le despertó el gusto por los juegos de magia, y cuando se dedicaba a aprenderlos o hacía algunos trucos estaba abstraído, parecía tranquilo y feliz. Por esa época su padre empezó a viajar frecuentemente, a causa de su trabajo; por lo que no estaba todas las noches en casa. Coincidió con el inicio del invierno. Volvieron las pesadillas: otra vez se despertaba muy asustado. Ahora era su mamá quien lo tranquilizaba; a ella le dijo una noche que tenía miedo de morirse . Esto fue una señal para su madre, quien le aclaró que toda la familia estaba preocupada por los viajes del padre, pero que esa situación duraría poco tiempo. La explicación materna lo alivió, mejoró el sueño y lo cotidiano: el colegio, los juegos, la relación con sus hermanos. Alicia en cambio, empezó a preocuparse mucho por este hijo, le estaba encima haciéndole preguntas y no ocultaba su preocupación por él.

La neurosis fobica está caracterizada por la sistematización de la angustia sobre personas, cosas, situaciones o actos, que se convierten en el objeto de un terror paralizador. En tanto que síntoma, la fobia es un miedo específico intenso, cuyo estímulo es proyectado al exterior para disminuir la angustia. Exige del fóbico reacciones adecuadas, medidas de lucha «contrafóbica», es decir una actividad de descarga. Un tal fenómeno es bastante trivial y puede encontrarse ya sea en los limites de las experiencias normales (ejemplo: el vértigo), sea más o menos neto en diversos estados neuróticos. (1)

Nuestro muchacho se encontraba cursando 3º grado cuando ocurrió un problema con un compañero: Diego, quien era peleador y siempre armaba lio. Un dia le dijo 'sos maricón' en relación a su gusto por la magia; eso lo enfureció, se pegaron trompadas y volvió a casa lastimado y desarreglado.

En esta ocasión intervino su padre, diciéndole que Diego era alguien asi, que esa era su forma de ser (liero) y que no valía la pena darle tanta importancia al comentario como para agredirlo (y lastimarse); que sería conveniente para él cambiar de actitud, ya que ese chico seguiría igual.

A partir de esta charla Angel no le dio más importancia a Diego, lo ignoró. Y como había pasado el tiempo, y ya estaba más grande; pudo ingresar a un club de trucos de magia; asi que en el colegio dejó de mencionar ese tema.

Existe una forma de neurosis típica en la que la fobia representa el síntoma prevalente. La conducta neurótica no se limita a la expresión de una angustia específica, sino que se complica con medios de defensa y contracatexis (sustitutivos de las pulsiones reprimidas). Estos síntomas y estos medios de defensa constituyen la estructura complicada de esta neurosis, que tiende a reemplazar la angustia de un peligro interno por el miedo de un peligro externo. La fobia, en tanto que manifestación esencial de neurosis, apenas puede definirse por un fenómeno aislado: el objeto fóbico y el terror que engendra en el sujeto. La clínica de esta neurosis más bien nos muestra situaciones patógenas, donde el simbolismo del objeto de la fobia se mezcla con un complejo afectivo particular del sujeto. Estas «situaciones» se reducen a un numero pequeño de temas y de conductas tabús. (2)

En la adolescencia conoce a Lidia y le gusta mucho: siente que ella está 'muy fuerte'; intenta acercarse, gustarle. Pero le parece que todo lo que hace es insuficiente, se siente inseguro y afectado por sus dudas e inhibiciones; eso lo avergüenza. Otra vez aparece ansiedad y angustia, esta vez relacionada consigo mismo: está contrariado, tanto deseo que le generaba Lidia, pero es tan difícil ese acercamiento...finalmente opta por renunciar a ella; no confia en su capacidad de comunicarse adecuadamente, de encontrar las palabras justas tanto para estar con ella, como para relacionarse con otras chicas después...

En la mayor parte de las fobias del adulto, la angustia es desencadenada por el espacio. Citemos, como variedades en este vasto conjunto el gran vértigo fóbico (ejemplos: miedo de las montañas, de los ascensores); el miedo a la oscuridad, concebida ésta como un espacio amenazador; el miedo de los medios de transporte (ejemplo: miedo del tren, fobia que sufría Freud); el miedo de la muchedumbre, miedo de hablar o de aparecer en público. Otra categoría de fobia se refiere esencialmente al medio social; es decir son las relaciones individuales o colectivas con el prójimo las que constituyen el objeto de una angustia pavorosa. La fobia al enrojecimiento (eritrofobia), la fobia al contacto humano, a mirar a tal persona; a hablar a un agente de policía, etc. También pueden persistir en el adulto fobias que son consideradas como restos directos de experiencias infantiles. Notemos, la particular importancia de la visión en la situación fóbica: todos los síntomas están en relación con situaciones visuales. Cada una aparece como una fantasía nueva, como una invención personal, mientras que la posición neurótica es siempre la misma: desplazar la angustia con un pretexto. Por ello, los signos parecen muy diversos, y es preciso que lo sean, para desorientar al sujeto y hacerlo soportar, por medio de ese tejemaneje, la situación de angustia real. (3)

Luego de finalizar el secundario y haber conocido a muchas chicas, se cruzó con Maggie, una nueva integrante del club de magia, ése en el que estaba desde hacía algunos años. Le gustó, se enamoró de ella; esta vez encontró la fuerza suficiente para encararla, hablarle y armar una pareja estable, la que finalmente pasados algunos años terminó en matrimonio.

La vida de la pareja transcurrió felizmente durante un tiempo, pero luego comenzaron los problemas ya que la demanda cotidiana del trabajo, el dinero justo, los requerimientos de la vida en comun, la enorme autoexigencia de Angel frente a las responsabilidades, acumularon tanta tensión que afectó a la convivencia. Se le generó un conflicto importante y que le exigía resolverlo sólo, sin mediadores (como habían actuado sus padres en otro tiempo). Estaba ante una situación propia de la vida de un adulto.

Notaba que estos desacuerdos matrimoniales le generaban contradicciones: por un lado, una gran preocupación por lo que ocurría, deseando intensamente poner lo mejor de si para buscar la solución; y por otro sentía rechazo, desgano y queria abandonar todo.

Algo que le ocurría frecuentemente, era que invitaba a Maggie a cenar con el propósito de dialogar respecto de la conflictiva que atravesaban; y luego se distraía con la elección del menú, con la otra gente, sentía cansancio (y no hablaban). Y aunque esta situación le generaba confusión no podía modificarla.

Angel notaba que se habían complicado también sus cuestiones laborales, le costaba más de lo habitual concentrarse en su trabajo, otra vez apareció el insomnio: ni siquiera los juegos de magia lo distraían....

Luego de un tiempo de acercamientos y alejamientos con su pareja, sobrevino el divorcio; situación que le generó intensa depresión, aunque al mismo tiempo le proporcionó alivio, ya que resolvió ese problema.

La depresión es una forma de tristeza que sobreviene cuando se pierde algo querido ya que implica una reacomodación personal al nuevo estado, y al mismo tiempo una reacomodación social.

Nuestro personaje sentía a la soledad en el cuerpo, la cama le parecía enorme y fría; el trancurrir del dia le generaba cierta perplejidad, ya que tuvo que cambiar algunas costumbres: ahora estaba sólo y al mundo de afuera lo percibía con cierta extrañeza. La circunstancia de que ya que no estaba en pareja lo obligó a armar de nuevo los fines de semana, el reencuentro con los amigos que le habían quedado, y la vida en general.

Si los objetos fóbicos se perciben en el campo de la situación, el enfermo está en camino de tener una gran crisis de angustia con todas sus manifestaciones psicológicas y fisiológicas. Asimismo, se comporta de manera que evita encontrarse con el objeto tabú, lo que conduce a conductas de fuga muy diversas, según la forma y la intensidad de la angustia subyacente. Ciertos sujetos se encierran en sus casas para evitar la calle o el encuentro terrorífico. Otros se limitan a hacer trayectos definidos: una sola línea de autobús, o excluyen un medio de transporte o ciertos barrios, o ciertos quehaceres. Otros huyen «adelante» en una preocupación siempre renovada. El estado de alerta fóbico es comparable, pero es en cierto sentido más especializado, más electivo: el fóbico se alarma ante todo lo que surge de sí mismo, del claroscuro del mundo interior (tendencias, apetencias del instinto). Este miedo de la oscuridad subjetiva es tanto más vivo cuanto que el sujeto lo aumenta aún de manera inconsciente por la represión típica de las demandas instintivas. El fóbico manifiesta horror ante estas situaciones mal definidas y mal percibidas, en las que presiente la cercanía de un peligro interno. Pero manifiestamente es de la oscuridad exterior de lo que tiene miedo, y de ningún modo de sí mismo. Su pensamiento, su mundo interior le parecen, por el contrario, sencillos y límpidos. Tiende a proyectar fuera de si el drama que vive, y va hasta una verdadera negación del mundo imaginario, del que es, sin embargo prisionero. Se defiende contra sus pulsiones, negándolas. Quiere tener el aire frío y seguro; lo logra algunas veces, pero tan sólo en parte, ya que su «quién vive» perpetuo no cesa de traicionar su desequilibrio interior.(4)

Pasaron los años; en la actualidad Angel está atravesando el período de la mediana edad (alrededor de 40 años) y ya no se le pasan desapercibidas ciertas señales: su respuesta ante el trabajo no es la misma; cuida mucho sus vínculos que ahora son pocos; reflexiona con frecuencia respecto de sus éxitos y sus fracasos...Pero se siente cansado. Podría no estarlo, se dice. E inevitablemente vuelven a pasar por su cabeza una serie de imágenes, cuya secuencia es similar a la de una película. Alli reaparecen los sueños perdidos, aquellos ideales que quedaron irremediablemente atrás, y un proyecto vital que alcanzó a medias (segun su sentir). Revisa su vida y siempre se encuentra esforzándose en su estudio, en su trabajo, buscando nuevas metas, nuevos horizontes para su desarrollo personal y también... muchos fracasos, devenidos de constantes peleas en diversas situaciones de amistad o trabajo.

Se dice: quién hubiera imaginado que las circunstancias iban a tomar este rumbo? A lo largo de los últimos quince años parece que viviéramos en otro país: no es igual el valor del dinero; perdí mis ahorros; no se califica la experiencia acumulada con el paso del tiempo ni la sabiduría que ello acarrea; no responden los amigos como esperaba; y como pesa la soledad!...

Piensa en cada uno de sus amigos actuales; y claro... todos tienen urgencias y problemas. Recuerda también a viejas amistades, que ya no están porque se perdieron en el camino, ése donde él corría detrás de los sueños. Y se hace muchas preguntas sobre todo, si hubiera optado por tal o cual camino, por tal o cual otra profesión, suponiendo que le hubiera ido mejor. Revisa aquel fallido matrimonio y sus viejos apasionamientos con los que discutía y peleaba por la vida. Porque si bien para algunas cosas es un hombre maduro y tiene mucho camino por delante; para otras se siente viejo (para seguir luchando, por ejemplo).

La actitud de huida puede traducirse de dos maneras opuestas: una de ellas es la actitud pasiva; la otra, negación de la pasividad, constituye un comportamiento de desafio. La actitud pasiva conduce a exposiciones de inhibición que pueden ser parciales (ciertas inhibiciones sexuales, timidez con el otro sexo, indecisión), o totales (rechazo del contacto con los otros, en general). Muy a menudo, la actitud es la inversa de esta pasividad. Pero esta inversión expresa, en el fondo, el mismo temor ante las realidades de la vida. Es una 'huida hacia delante'. Se expresa por el carácter «altivo» (Mailet) y por un comportamiento de desafío. Un caso particular de esta «huida hacia delante» consiste en el comportamiento de superocupaciones, que en ciertos sujetos constituye un verdadero rasgo de carácter. No pueden permanecer desocupados un minuto. Un frenesí de actividad les lanza sin descanso de un asunto a otro. Y, como es imposible que estas actividades forzadas sean siempre actividades reales, conducen a ocupaciones desprovistas de sentido aparente (escucha ininterrumpida de la radio, salidas interminables sin poder resignarse a regresar). Muy a menudo es la lectura la que alimenta esta aparente superactividad: el sujeto se comporta entonces como un «glotón óptico», se lanza hacia el más mínimo impreso, poco importa lo que contiene; hace falta leer, leer más, a fin de no «perder» un minuto, es decir de no arriesgar el «perderse» en pensar solo (...) hay que añadir, finalmente, que la vida sexual del fóbico está siempre alterada en el sentido de una intensa inhibición. Cuando el deseo sexual es sentido como un peligro de destrucción, la angustia que esto provoca evita el acercamiento. La eclosión de los síntomas manifiestos de la neurosis fóbica se produce sobre un fondo caracterial conforme a la descripción precedente o sobre el de la neurosis de angustia Es raro el no encontrar en el pasado de los enfermos, un periodo bastante largo de fobias de la infancia. Los terrores nocturnos (que normalmente cesan más o menos a los dos años) han durado muchos años, y después han sido relevados por fobias de animales. A continuación el carácter fóbico ha podido señalarse por la brillante fachada de los comportamientos de desafío, hasta que, en ocasión de un aumento pulsional o de una modificación de las defensas, se rompe el frágil equilibrio del sistema caracterial. También ocurre a menudo que los síntomas de la angustia, incluso aunque sean muy molestos, permanezcan camuflados a los ojos de los demás durante mucho tiempo. El sujeto, en efecto, emplea mil astucias para ocultar sus miedos y sus medios para tranquilizarse. Pero, después de meses y a veces años de esta lucha, no es raro verlo hundirse en una crisis depresiva. Ocurre también que la extensión progresiva de la fobia inicial, restringiendo progresivamente las salidas a un trayecto, después a una calle, después alrededor de una manzana de casas, confina finalmente al fóbico a la habitación y es entonces, en el curso de un episodio de angustia, de 'fatiga intensa', o ante la agravación de los síntomas, cuando el sujeto se decide a consultar al médico. (5)

Es martes por la tarde y Angel vuelve desde el trabajo, camino a su casa. La calle está cubierta de hojas amarillentas y doradas...se viene el invierno, piensa... y siente mucha angustia; se pregunta porqué? no es lindo acurrucarse al lado del fuego, escuchar una hermosa música, esperar la primavera, ya es hora de buscar un nuevo amor.....y empezar de nuevo...

Pero no encuentra una respuesta que lo alivie. Al llegar a su casa enciende el televisor. Las noticias son impactantes: golpearon a un periodista que estaba realizando una nota, porqué?; pusieron una bomba en otro banco por la retención de ahorros en el corralito; mataron a un piquetero, se hará justicia?; secuestraron al padre de un actor conocido... Nooooooo!!!... Llega a la conclusión de que es mejor apagar el televisor, escuchar música y leer hasta que se duerma. Se sorprende recordando a su padre leyéndole cuentos, hablándole de cómo defenderse de Diego, que lindos tiempos!... Lástima que ahora sólo es un recuerdo, se dice y siente una intensa angustia...

Se despierta con la música de su radio-reloj, ese amigable aparatito que lo acompaña y que nunca le falla, que está alli de noche cuando no puede dormir, firme junto a él cuando tiene pesadillas... Se despereza, se levanta, se viste con desgano aunque se entusiasma con la idea del humeante y oloroso café que se preparará ( hoy le sentiré el sabor? se pregunta...)

De repente, el timbre...Quién será a esta hora?... "Correo señor"...

Cuando baja a abrir, recibe un telegrama de la empresa: esta DESPEDIDO... despedido?!

Noooo!!!!! no puede ser...!!! siente una ola de calor y un mareo...debe ser por los nervios, se dice...al llegar al departamento se pregunta: y ahora?...cuánto tiempo voy a vivir con la indemnización? cuándo podré cobrar esa plata? de qué voy a vivir después?...Siente molestias abdominales, como si estuviera descompuesto. Luego de confirmar que sus intestinos funcionan aceleradamente, piensa...y si voy a la cama nuevamente?...me va a tranquilizar...y algo pensaré...qué pena no conocer un truco de magia para borrar lo que está pasando ahora....En la cama siente frío (nuevamente), los mareos son más intensos y se agrega una fuerte sensación de ahogo, de pensamientos muy feos: si me pasa algo?, algo como...y si me muero sólo aqui adentro?...en el trabajo me van a olvidar en unos días...EL TELÉFONO!!... está desconectado, si me llaman no sonará...; intenta acercarse al aparato, pero ya casi no tiene fuerzas para llegar alli...para hacerse cargo de si mismo...para reponerse...siente mucho miedo..........!!!!!!!!

La ambulancia lo llevó a la institución médica donde lo examinaron, lo calmaron y lo diagnosticaron: está sufriendo un ataque de pánico; en adelante 'tiene que cuidarse, no le conviene que se repita, consulte con un terapeuta...'

El ataque de pánico es una crisis que resulta muy frecuente en estos tiempos. Es un sindrome que presenta múltiples malestares y amenaza al sujeto directamente en su integridad. El elemento desencadenante generalmente está asociado a una situación presente de intenso estres, que supera los límites tolerables de sufrimiento, y su irrupción se vive como una situación sorpresiva.

Como se puede advertir en este relato, hay una serie de padecimientos previos que debilitan cotidianamente a la personalidad del sujeto, la menoscaban pero se intenta que pasen desapercibidos; por eso en un momento dado, con el acontecer de un hecho con intensidad traumática, la persona siente que dejó de ser quién era sin comprender porqué; y se manifientan varios síntomas al mismo tiempo. Hay sensación de catástrofe.

En el Manual de Diagnóstico y Estadística de las Enfermedades Mentales, de la Sociedad Norteamericana de Psiquiatría (DSM V) se define al ataque de pánico como un período discontinuo de miedo o incomodidad, sin un objeto determinado que lo genere ("temor sin objeto") en los cuales varios síntomas se desarrollan abruptamente y alcanzan su pico rápidamente (se calcula que entre 5 y 10 minutos). Los ataques de pánico sobrevienen junto con cuadros de agorafobia (situaciones donde la salida pueda ser dificultosa), e incluyen situaciones típicas como temor a quedarse solos en la casa o que no pueden dormir sin compañía (claustrofobia)

Algunos de los síntomas característicos del ataque de pánico son: palpitaciones (el corazón salta en el pecho); respiración entrecortada, ahogos; transpiración intensa; sofocos; temblores; sensación de inestabilidad, de estar extenuado; sentimiento de falta de respuesta de 'la cabeza'; náuseas; mareos o vértigos; sensación de terror; sentimientos de despersonalización; miedo a perder el control o a volverse loco; miedo intenso a morir; parestesias; miedo a padecer un ataque al corazón; entorpecimiento o sensación de parálisis.

Es urgente la consulta con un profesional Psi, experiencia a partir de la cual sobreviene la posibilidad de repensarse en relación con las situaciones vivenciadas como de pérdida y de fracaso, ya que a causa de ellas se instala ese estado de dolor psíquico que cada vez abarca mayores aspectos de la persona, fragilizándola progresivamente. El sujeto queda expuesto; disminuye su capacidad de defenderse eficazmente. Es necesario recuperar la integración de la persona, reestablecer el equilibrio emocional; reflexionar acerca de las relaciones interpersonales y las del mundo laboral; ya que desde alli se incrementó la tensión que derribó el equilibrio.

Cabe recordar que se trata del tramo vivencial relacionado con la situación actual, pero que a su vez existen enlaces asociativos con conflictos de larga data, que en un momento de la vida hacen eclosión y dan la oportunidad de detenerse y revisar la circunstancia personal en forma ampliada; atando cabos sueltos, enlazando afectos e ideas que se hallan separados y asi delinear una nueva trama, siendo entonces el artífice del propio destino.

Bibliografia:

TRATADO DE PSIQUIATRIA - Henry Ey, P. Bernard, Ch. Brisset - Cap IV 'Neurosis fóbica' - Editorial Toray-Masson, SA - Barcelona - (1)(2)(3)(4)(5) -

Lic Sonia Cesio - Psicologa Clinica de Adultos - Psicoanalista - cesio.sonia@gmail.com

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